Luego de las campañas políticas realizadas en la entidad por cientos de candidatos y candidatas a diputaciones locales, diputaciones federales, presidentes municipales, senadores y presidencia de la República, vinieron los días de silencio, un silencio que fue alterado reiteradamente con llamadas telefónicas que aseguraban que Morena había comprado votos, que candidatos habían declinado por otros, vídeos en contra de candidatos y candidatas, una guerra sucia que afectó a diversos contrincantes de diferentes partidos políticos.
Todo parecía apuntar a que la jornada electoral del 02 de junio no sería muy tranquila, que habría algunas situaciones como las que, en el pasado, atemorizaron a la población, se preveían robos de casillas, quema de urnas, posibles conatos de bronca, una lucha encarnizada por el poder, entre aquellos que aseguran ser el cambio y los que han cambiado para no ser iguales.
Las casillas abrieron tarde, fue el reclamo constante de la población, mientras en los órganos electorales anunciaban que la ausencia o renuncia de varios funcionarios de casilla ocasionaron que algunas casillas, a pesar de haber sido colocadas, no podían funcionar debido a que no estaban completas las mesas directivas.
Sin embargo, conforme a lo establecido por la ley, comenzaron a realizar las sustituciones. Así, varias casillas abrieron después de las 8:30 horas mientras la gente comenzaba a realizar filas, como si nadie quisiera acudir a las urnas en las últimas horas.
Aún así, a pocas horas del cierre, todavía se observaba a la gente que acudía a las urnas para emitir su voto, mientras que en las casillas especiales, las mil boletas con las que contaban, se iban poco a poco mientras las largas filas avanzaban hacia la esperanza de poder sufragar fuera de la comunidad de donde la gente era originaria y que por algún motivo no acudió a la casilla que le correspondía.
La elección avanzaba sin aparentes incidentes, hasta que en Huejutla hicieron el señalamiento de dos camionetas con hombres encapuchados que merodeaban algunas casillas, mismos que más tarde fueron detenidos, así mismo en Ixmiquilpan se dio la presencia de gente encapuchada, situaciones que además de la falta de boletas en las casillas especiales, eran los incidentes “más graves de la jornada”, de esta forma, esos presagios de que la jornada se pudiera convertir en una tarde hasta sangrienta se desvanecía conforme el reloj se acercaba a marcar las 18 horas.
Tras el cierre de casillas podrían darse algunas situaciones, sin embargo, pasaron varias horas para que en Cuautepec se rompiera la calma, con la presunta quema de boletas, tras la irrupción de un grupo armado en una de las casillas que prendió fuego a los paquetes electorales, y así con este incidente ha quedado manchada la elección de 2024 en Hidalgo.
Una elección que vio a cientos de familias completas acudir a las urnas, una jornada en la que los candidatos auguraban la paz y aseguraban que era “la fiesta de la democracia”, una contienda en la que se vislumbraba un panorama pero al final, como un estado surrealista, surgió otro.
