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Morata, Griezmann y Lukaku, a la estela de Cristiano

Agencia EFE
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Nadie se acerca a los goles del portugués Cristiano Ronaldo en la historia de la fase final de la Eurocopa, con 14 tantos repartidos en cinco ediciones, seguido por el francés Michel Platini, con nueve, mientras su compatriota Antoine Griezmann, con siete, y el español Álvaro Morata y el belga Romelu Lukaku, con seis, surgen a la estela de CR7 en Alemania 2024, pendientes de una proeza para igualarlo.

En su puesta en escena, su primer encuentro en este torneo, el 12 de junio de 2004 contra Grecia en la fase de grupos, Cristiano marcó su primer tanto, en el minuto 93 tras entrar en el descanso. 

En el penúltimo, en la primera ronda de la Eurocopa 2020, jugada en 2021, anotó sus últimos dos goles en esta cita, en un 2-2 contra Francia, en el que hizo ‘doblete’.

Entre uno y otro momento, Cristiano Ronaldo ha firmado 12 goles más en la fase final de la Eurocopa. En 2004 logró dos (además del citado a Grecia, otro a Países Bajos en la semifinal); en 2008 añadió uno (1-3 ante la República Checa); en 2012 logró tres más (otra vez ante Países Bajos, con dos, y otro a República Checa); en 2016 otros tres más (dos a Hungría y uno a Gales) y en 2021 se fue hasta las cinco dianas, su récord en una edición.

Son 14 tantos en 25 partidos, con 12 victorias, siete empates y seis derrotas. Cuando batió la portería contraria, no siempre fue garantía de triunfo (seis ocasiones) ni siquiera de empate (dos veces), puesto que sus goles no valieron de nada en dos momentos puntuales: cuando anotó el primero ante Grecia (1-2) y cuando consiguió otro en la derrota 2-4 con Alemania, el 19 de junio de 2021, en la última edición disputada de la competición continental.

Su liderato no parece amenazado. Le sigue Michel Platini, leyenda del fútbol francés, segundo con nueve goles, retirado desde hace décadas, autor de esa cantidad de aciertos en tan solo cinco choques, en Francia 1984, cuando anotó en cada uno de esos duelos (uno a Dinamarca, tres a Bélgica y Yugoslavia, uno a Portugal en semifinales y uno a España en la final) para dirigir al combinado galo al título en el Parque de los Príncipes de París. 

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