Una vez más, lo volvieron a hacer, el Caballo de Troya se logró introducir y ahora los adversarios están dentro de la misma Cuarta Transformación, lo malo es que entre tanto perfil reciclado y vuelto a reciclar ya no se sabe quién o quiénes son los malos y quiénes los buenos, lo que sí ha quedado claro es que hay un partido político preocupado por la elección más grande de México, en la que pecaron de soberbios y arrogantes, en la que aseguraron que con la figura presidencial bastaba para ganar cualquier puesto con los votos en cascada, sin embargo, todo parece indicar que las elecciones que se veían “ultra ganadas” por Morena no lo están y la oposición que forma parte de la misma 4T, les va a comer el mandado en varios lugares.
No es que seamos aves de mal agüero, pero el Plan C que tanto pregona Claudia Sheinbaum será una realidad, pero los partidos satélites de Morena podrían obtener los primeros lugares y el partido oficial quedar en vergonzosos segundos lugares ante la ineptitud de perfiles que no supieron consolidar las listas de los candidatos y que pensaron que los votos les llegarían hasta las puertas de sus casas.
Morena en Hidalgo no logró consolidar su estructura, no pudo lograr operación política profunda y tampoco pudo conciliar con sus satélites que nos guste o no, sí tienen estructura, y que aliados con perfiles a los que les cerraron la puerta están logrando posicionarse en el escenario electoral y en la preferencia del electorado.
Hoy la gente sabe que el PT también es 4T aunque sea sólo de dicho, porque no se nos olvida que el Grupo Universidad adquirió este partido como lo hizo con otros, para mantenerse vigente y seguir obteniendo puestos en la administración pública.
El problema aquí también radica en la oportunidad que le abrió Morena al Grupo Universidad, ya que si logran obtener municipios, diputaciones locales, federales e incluso la senaduría, al menos la primera de minoría, el gobierno estatal y todos aquellos que salieron a denunciar y a cerrarle las puertas al PT, tendrán que lidiar con el capital y la fuerza política que demuestren, convirtiéndose quizá en la misma oposición que hoy día no tiene Morena en el estado.
De perder el PT, podría reducirse el Grupo Universidad a un sector utilizado por Morena y desechado en el gobierno de Julio Menchaca, pero en caso contrario se fortalecería e incluso quedaría muy bien parado ante la que por encuestas ya se ve como la futura presidenta de México, a quién poco le importan la disputa que hay en Hidalgo, ya que mientras estos dos grupos le echen ganas en las campañas e incluso se den con todo, ella obtendrá los votos de ambos ya que van en coalición en la candidatura por la presidencia de la república.
Veamos cómo acaba esta historia, y ojalá la autoridad estatal y los órganos impartidores de justicia no sólo detengan a candidatos del PT, ojalá agarren algunos del PRI, del PAN, del PRD, otros del PVEM, y no caería mal también algunos del PNAH y de Morena, ya que en todos hay pillos que la sociedad conoce y ha señalado, desde aquí esperamos que se encienda la llama de la esperanza para que todos esos perfiles nefastos sean aprehendidos y no se trate solo de un tema de persecución política, porque sería una vil marranada que se hiciera esto ante la ineptitud de los operadores políticos que en lugar de consolidar estructuras se fueron a embriagar a todas las regiones hidalguenses y sólo tendrán como resultado la resaca de la derrota electoral.
