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Todo está en juego el 02 de junio

Javier Peralta
5 Min Read

RETRATOS HABLADOS

Pocas veces en la historia del estado de Hidalgo, habíamos sido testigos de una lucha tan frontal por el poder, en el escenario de unas elecciones. De repente descubrimos, que antiguos y nuevos personajes de este raro ejercicio del poder, decidieron que era un momento de investirse como los salvadores de la democracia. En la lucha por el poder, dicen, todo se vale, incluso hacerse pasar por lo que no se es.

De este modo, y a estas alturas, a nadie sorprende ver como adalides de la decencia y las buenas costumbres, a verdaderos engendros de las malas artes de la política.

Es una historia que hemos conocido desde tiempos antediluvianos, pero que en cierto sentido pensábamos que ya no se volverán a repetir, sin embargo, no es así.

La política hidalguense se ha nutrido, a lo largo de su historia, con características que pudieran ser catalogadas como fuera de lo común, y sólo posibles de ser vistas en un territorio como el nuestro.

Una larguísima historia de cacicazgo, nos acostumbraron a mirar como un asunto de absoluta normalidad, que un personaje heredara el poder a otro: por lazos de familia, por compadrazgo, porque así debía, pero fundamentalmente, porque reunía una característica fundamental: la conveniencia de un sistema que beneficiaba a muy pocos.

La historia no ha cambiado, y en los albores de lo que se ha dado en llamar la Cuarta Transformación, nos damos cuenta que la historia no la construyen los seres humanos en el estricto sentido de la palabra, sino los destinos que deben cumplirse, y porque así es la existencia.

Es decir, que no debemos esperar mucho del poco o mucho tiempo que nos quede por vivir para ser testigos de esta “nueva era”, y que necesariamente tiende a repetir los mismos errores que se critican de manera constante, y que se antojaba acabar, pero que sobreviven y sobrevivirán, aún en contra de la lógica elemental de la sobrevivencia.

Hidalgo vivirá al 02 de junio, una elección única, donde los peores personajes de los tiempos más recientes de la lucha por el poder, decidieron revelarse en contra de la única alianza que parecía era su única vía a la supervivencia, y apostar todo a la desmemoria, a la maraña de conveniencias, de pactos que hoy mismo ofrece un escenario lastimoso en que ex militantes de todo, ya buscan el Senado de la República para la única vía que hoy garantiza se logre: Morena-Hidalgo.

El larguísimo cacicazgo que padeció la entidad durante casi un siglo, logró una vida tan añeja a costa de lo que fuera, incluso de ella misma. 

Lo que hoy se intenta construir en todo el país es un remedo, pero que a la postre estará condenado al fracaso, porque no es lo mismo el pequeñísimo territorio hidalguense, que un país entero, gigantesco, complicado y por naturaleza enemigo de los poderes eternos.

En tanto será preciso seguir con mucha atención las escaramuzas protagonizadas, por quienes hoy mismo ordenan cierre de carreteras, manifestaciones “espontáneas”, mediante el uso de rancias estrategias de presión, pero que en estos tiempos se antoja que ya no funcionaron.

Y no, no es la mentada práctica de una excelsa democracia, lo que origina estas desavenencias entre el partido oficial y un partido satélite, convertido en franquicia. Se trata de una fisura grave en este proceso de transformar un instituto político en una esfinge que mire el paso del tiempo sin inmutarse, pero que, todos lo sabemos, no se hace en tan, pero tan poco tiempo.

El Partido del Trabajo, el Grupo Universidad, pues, representa el reto más importante para la estructura del Morena hidalguense, porque tiene dinero que tienta al mismo diablo, y porque cuenta incluso con un andamiaje más antiguo y fuerte.

Los resultados de las próximas elecciones serán reveladores: por un lado pudiera ser la caída definitiva del gran líder del Grupo Universidad; y por otro, su resurgimiento absoluto, con amplia posibilidades de lograr, por fin, su sueño anhelado: estar de nuevo en la gran jugada del poder.

Mil gracias, hasta mañana.

Mi Correo: jeperalta@plazajuarez.mx

X: @Javier EPeralta

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