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viernes, diciembre 26, 2025

¿Salario emocional en las universidades? (I)

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En México, el salario emocional parece consolidarse como una nueva tendencia en el mercado laboral y en las áreas de planeación estratégica y gestión del talento humano. En el sistema universitario, esta tendencia es todavía más reciente y ha comenzado a impulsarse en algunos departamentos de recursos humanos y sindicatos.

El Tecnológico de Monterrey, por ejemplo, ha empezado a analizar el salario emocional como parte de la planeación estratégica de las organizaciones. Desde esta perspectiva, el salario emocional se refiere “a todos aquellos beneficios laborales no monetarios que satisfacen las necesidades emocionales y psicológicas de los colaboradores en el entorno laboral” (García, 29 de mayo 2025).

Desde la visión del Tec de Monterrey, el salario emocional comienza a cobrar auge por dos razones principales. Por un lado, porque favorece un mayor compromiso, productividad laboral y retención del talento; y, por otro, por el creciente ingreso de nuevas generaciones —millennials y centennials— al mercado laboral, quienes no solo buscan un salario competitivo, sino también atender otras necesidades básicas, como la flexibilidad, las oportunidades de crecimiento y el equilibrio entre la vida personal y profesional.

Asimismo, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), desde el 2023 ha impulsado esta tendencia a través de su Centro de Educación Continua y a Distancia y del sindicato universitario. El Centro de Educación Continua ofrece un curso orientado a conocer el salario emocional como una estrategia de conducción organizacional, cuyos contenidos abordan la cultura organizacional, las tendencias del mercado y la relación entre salario económico y salario emocional.

Por su parte, los líderes del sindicato de la UAEH presentaron una solicitud formal ante el Tribunal Laboral del Estado de Hidalgo (José Luis Rico, 09 de diciembre de 2025) que contempla un aumento salarial del 22 por ciento, así como la incorporación del llamado salario emocional en el marco del respeto a los derechos humanos.

Esta propuesta abre un conjunto de interrogantes que merecen un debate académico serio, particularmente en un contexto nacional donde se ha recuperado el salario mínimo, pero no el salario académico universitario. ¿Puede hablarse de salario emocional cuando muchas universidades enfrentan crisis de financiamiento y algunas no se encuentran en condiciones de garantizar el pago el aguinaldo? ¿Tiene sentido solo apelar a la satisfacción emocional cuando los incrementos salariales han sido del 4 por ciento en los últimos años?

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