AGENDA EDUCATIVA
USICAMM, lo mismo que Mejoredu, forma parte de una política educativa de actualización, desarrollo, formación y reconocimiento docente. Esto significa que, si desaparece USICAMM como órgano desconcentrado, sistema o programa gubernamental, la política educativa enfocada en el reconocimiento docente continuará con mayor o menor éxito.
Lo anterior nos lleva a considerar tres aspectos clave. Primero, USICAMM tiene una estrecha relación con la política educativa de reconocimiento docente; pero, se entiende, no son lo mismo. Segundo, USICAMM está enmarcada en la legislación educativa, en este caso la Ley General de Educación y la Ley General del Sistema de Carrera de Maestras y Maestros. Y tercero, USICAMM, mantiene una relación horizontal e histórica con otros organismos, sistemas, programas o figuras que le anteceden.
El antecedente más reciente de USICAMM fue la extinta Coordinación Nacional de Servicio Profesional Docente (CNSPD) durante el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto (2013-2018). Y, antes de la CNSPD estaba un sistema escalafonario y un programa que se denominó y se recuerda como el Programa de Carrera Magisterial.
El programa de Carrera Magisterial fue creado en los años 90 en el marco del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB). Este Acuerdo, le otorgó gran poder al SNTE a tal grado que llegó a colonizar la SEP, como han explicado Alberto Arnaut (1998), Carlos Ornelas (2008) y Gloria del Castillo (2012), en diversos estudios.
Pero, la historia de la política educativa de reconocimiento a la formación docente es aún más extensa. Podemos encontrar acciones de política de reconocimiento profesional docente en los años 70. En esa época, el Gobierno Federal contaba con formas más elementales de orientación y normatividad, el denominado Reglamento de Escalafón de los Trabajadores al Servicio de la Secretaría de Educación Pública (14 de diciembre, 1973, DOF).
El Reglamento de Escalafón introdujo una figura clave, la Comisión Nacional Mixta de Escalafón, integrada por dos representantes de la SEP y dos representantes del SNTE y un representante adicional propuesto de manera conjunta. Según el artículo primero de este Reglamento, el sistema de escalafón era “el sistema organizado en la Secretaría de Educación Pública para efectuar las promociones de ascenso de los trabajadores de base y autorizar permutas”. Para dichas promociones se establecieron criterios (conocimiento, aptitud, antigüedad, disciplina y puntualidad) y cinco niveles con sus respectivos estímulos.
En términos sencillos para el acceso al Sistema Educativo, el papel clave en la política de acceso y reconocimiento docente lo tenía el binomio SEP/SNTE. Pero, también existían acuerdos tácitos y políticos entre las normales y el Sindicato, así como prácticas que se generaron como la compra, venta y herencia de plazas. Por otro lado, en cuanto a la promoción a cargos directivos o de supervisión en educación, existían mecanismos escalafonarios, de acuerdo con lo establecido en el apartado B del artículo 123 de la Constitución y la Ley Federal de los trabajadores al servicio del Estado y el documento referido, el Reglamento de Escalafón.
¿Existía un sistema, organismo o política educativa de reconocimiento docente aún más antigua que la descrita arriba? La respuesta es sí, la o las políticas de formación docente se remiten a la primera década de existencia de la SEP.
