AGENDA EDUCATIVA
En el marco de la reforma al poder judicial, se advertía la disminución en el presupuesto federal destinado este sector, así como la reasignación de los recursos a los organismos extinguidos (COFECE, IFETEL, INAI) y el reajuste presupuestal a organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral. La reducción y reajuste del presupuesto federal ascendieron aproximadamente a 44 mil millones de pesos, a propuesta de la Cámara de diputados.
A pesar de las críticas del sector afectado (principalmente el poder judicial), la reasignación de estos 44 mil millones no generó objeciones, ya que se destina para un sector de consenso social, principalmente educación (sobre todo a las universidades) cultura, campo, infraestructura (carreteras) y ejército (salarios), según la Cámara de Diputados.
El Coordinador de la bancada de Morena, diputado Ricardo Monreal, señaló que “educación fue uno de los temas prioritarios a los que se privilegió en la última etapa con la reasignación con 18 mil millones de pesos para universidades”. ¿Es cierto que la educación, especialmente las universidades salen ganando? Esta es una afirmación parcialmente cierta, o como lo expresaba Pedro Flores Crespo en sus redes sociales, una expresión teatral en cuatro actos ante la asignación del presupuesto federal a educación superior.
En el primer acto, el gobierno federal presentó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 que incluyó una reducción al financiamiento a las instituciones de educación superior públicas. Esta disminución oscila entre el 4 al 14 por ciento siendo las más afectadas la UNAM, el IPN, el TECNM, la UAM y otras instituciones de educación superior.
De acuerdo a los Anexos Informativos del Presupuesto Federal 2025, la UNAM recibiría un monto aproximado de 45 mil 58 millones de pesos y 349 mil pesos; el IPN, 19 mil 170 millones y 818 mil pesos; el TECNM, 20 mil 34 millones de pesos y 634 mil pesos; y la UAM, 8 mil 128 millones y 53 mil pesos.
El segundo acto, fue la reacción de las autoridades universitarias, especialistas y comunidad universitaria ante el ajuste presupuestal, el cual se habría consumado si no se hubiera actuado de manera inmediata. ¿Extraño que en un lapso de tiempo tan corto las universidades hayan conocido y analizado el presupuesto que les corresponde para el 2025? La respuesta es no. Todo indica que las instituciones de educación superior públicas, cuentan o deberán contar con especialistas para dar una respuesta inmediata a las políticas de financiamiento para educación superior.
El tercer acto tuvo como protagonista la SHCP. El lector interesado recordará que el Presupuesto de Egresos de la Federación, que forma parte del Paquete Económico 2025, se entregó a la Cámara de Diputados el 15 de noviembre. En pocas horas, las universidades públicas reaccionaron ante el recorte presupuestario. Al día siguiente, la SHCP emitió el comunicado número 69 en donde reconoció un “terrible error” en el recorte presupuestal y anunció que subsanaría a las universidades afectadas, principalmente la UNAM y el IPN con un incremento del 3.5 por ciento. No se mencionó a las otras universidades. También, el Comunicado indicaba que “el gasto en educación contemplado en el presupuesto 2025 se incrementa en 11 mil 869 millones de pesos”. Pero, sin dar más detalles y ajustes al resto de las Instituciones de educación superior.
Cuarto y último acto. ¿Tutti contenti? ¿Es este el final feliz? Todo parece indicar que el gobierno federal le da a la educación superior lo que le había quitado, sobre todo a la UNAM y el IPN, pero no más. El resto del presupuesto prometido con los reajustes y aclaraciones, se explicarán en forma de becas, seguramente.
