RETRATOS HABLADOS
A lo largo de la historia reciente de la humanidad, aprendimos a pensar que los pronunciamientos incendiarios de un político en campaña no se aplicarían en caso de resultar triunfador. Achacábamos las locuras que juraban con la vista puesta al cielo, por la urgencia de ganarse votos de crédulos ciudadanos, que simplemente estaban igual de urgidos por escuchar que su larga y ansiada venganza en contra de todos y nadie, por fin tendría respuesta.
El hecho fundamental es que al momento de tomar posesión del cargo, algo de cordura llegaba a la mente de estos personajes, que si bien no los llevaba a retractarse de cada uno de sus pronunciamientos escandalosos, sí los obligaba a descubrir que con base a destruir todo lo que se pusiera en su camino, no lograrían absolutamente nada de lo prometido a sus electores.
Todavía la capacidad del razonamiento simple no estaba liquidada del todo.
Sin embargo, la realidad de estos tiempos nos debe llevar a una conclusión, lamentable pero cierta, en el sentido de que ya no hay límites para los nuevos semidioses de estos tiempos; convencidos, igual que conquistadores con el manual de Maquiavelo en la mano, que para hacer realidad sus muy particulares sueños, lo primero es arrasar con todo lo que se oponga a sus objetivos. Están dispuesto, sépalo usted, a no dejar cimiento alguno de lo que consideren un obstáculo para alcanzar sus fines.
Mañana el empresario y ex presidente, Donald Trump, asumirá por segunda ocasión el poder, como cuadragésimo séptimo jefe de la nación más poderosa del planeta y, en esta ocasión, le advierto que no se observa ningún elemeno que le permita ser mesurado en sus acciones. Por el contrario, en estos tiempos que los radicalismos están de moda, veremos el rostro real de un hombre acostumbrado al uso y abuso del poder, sea económico o económico-político, como será en esta ocasión.
A partir de ahora será principio básico para entender estos tiempos, que lo mejor será pensar siempre lo peor para acertar. Porque todos hemos sido testigos del proceso que ha seguido el pensamiento de Trump, y solo una actitud necia para no ver que los peores tiempos de la humanidad pueden llegar con él, nos haría esperar un milagro que transforme su visión de la vida misma.
Son los tiempos nublados de los que hablaba Octavio Paz, en los que lo peor del ser humano es encarnado por un personaje, que aglutina la tentación que ha dado vida a los dictadores más sanguinarios, a la negación absoluta de todo pensamiento solidario, a cambio del deseo irrefrenable de conquistar el mundo.
Por desgracia a estas alturas, ni siquiera suena lógico anotar: ojalá nos equivoquemos, porque o hay margen de equivocación cuando hemos observador el devenir de la historia actual, que no ha hecho otra cosa sino confirmar los peores presagios.
Para desgracia nuestra, México es vecino de un país que hoy mismo cree que debe no solo recuperar, sino mostrar a propios y extraños, que son los dueños del planeta, que donde quiera que pasen la tierra será arrasada si sus pobladores y autoridaes no respetan esa, su autoridad del que abusa de los débiles.
Hoy como nunca, de nueva cuenta la historia de “Paco Yunque” de César Vallejo, expresada en el cuento del mismo nombre, se puede observar en las naciones que serán víctimas de este siniestro hombre, y es muy posible que la única reacción, al igual que Paco Yunque, sea ponerse a llorar.
Hoy es un día, para simpre nublado en la historia de la humanidad, no se diga de México.
Mil gracias, hasta mañana.
Correo: jeperalta@plazajuarez.mx
X: @JavierEPeralta