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OPINIÓN | Nubes de violencia, el pronóstico para el dos de junio 

El Pequeño Timmy
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EL PEQUEÑO TIMMY

Conforme la elección del próximo dos de junio se acerca en el calendario, el clima en Hidalgo parece calentarse más, y no estamos hablando de una cuestión climática sino más bien de los actos que cometen ante la impotencia que han comenzado a sentir algunos grupos de poder, al analizar y saber que varias regiones del estado de Hidalgo están en riesgo de perderse.

No estamos hablando de la oposición o del partido en el poder de forma particular, sino más bien de un panorama donde las escorias, chacales y lo peorcito de la política se ha inmiscuido en todos los bandos, en todos los partidos políticos y en todas las corrientes políticas, esto es lo verdaderamente preocupante porque no se puede hablar de un grupo de choque en concreto como cuando los partidos tomaron las instalaciones de una imprenta en Pachuca, sino que los malandrines y grupos de choque están en diversos partidos políticos. 

Lo anterior ha comenzado a generar un clima de incertidumbre entre la población, un panorama de riesgo entre los candidatos y candidatas que se convierten en carne de cañón ante las ambiciones perversas de sus padrinos políticos y quedan expuestos a las amenazas, a las agresiones, a los robos e intimidaciones y al escarnio público; hoy la polarización en Hidalgo es una realidad y las mentadas de madre en diversas colonias son parejas para los candidatos y candidatas de cualquier bando. 

Si a lo anterior le sumamos el nefasto actuar del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) y los antecedentes que está marcando el Tribunal Estatal Electoral de Hidalgo (TEEH) en las sentencias que otorgan candidaturas por doquier, ya que piden al órgano electoral que sea “flexible” como si la norma pudiera flexibilizarse para retorcer posteriormente la ley, va a repercutir sin duda alguna, en el proceso electoral y en la jornada de la elección el próximo dos de junio, sin mencionar lo que vendrá después. 

Esperemos que no sea así, que se tenga una jornada electoral civilizada y en paz, pero por lo que hasta el momento se ha visto, la lucha será encarnizada y las nubes de violencia han comenzado a formarse, ojalá y se trate sólo de una ilusión como las nubes de lluvia que atraviesan el cielo sin que surja la tormenta, porque de no atenderse la situación, la tormenta de violencia se desatará y no sólo en la capital hidalguense, en el municipio de Apan, o en regiones como el corazón de la Huasteca o el del Valle del Mezquital, la guerra electoral ha comenzado y a diferencia de otras ocasiones, no habrá tregua, la victoria no sólo se traduce en cargos de poder, sino en la existencia y permanencia de los grupos políticos en el panorama hidalguense.

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