EL PEQUEÑO TIMMY
Tras la avasalladora derrota de la oposición en las urnas, las opiniones y comentarios clasistas, discriminatorios, violentos, y carentes de realidad no se han hecho esperar. Lo que nos hace preguntarnos: ¿En verdad alguien creía que Xóchitl Gálvez tenía posibilidades para competir contra Claudia Sheinbaum? Si lo vemos desde una visión utilitaria, quizá la candidata habría sido vista por Claudio X. González y otros como “una empleada más”, la candidata títere que podría haber sido utilizada, desde la silla presidencial, como marioneta por esta desvergonzada clase alta, la misma que está dispuesta a comprar todo con tal de saciar su apetito de poder.
Sin embargo, y pese a esta apreciación, en verdad creyeron que el perfil de una señora que se hace pasar por indígena podría engañar a los pueblos indígenas que por décadas fueron pisoteados, ignorados, y relegados por gobiernos encabezados por los partidos que representaba Xóchitl Gálvez, pues claro que no, los pueblos indígenas saben reconocer a los suyos, y lamentablemente el materialismo desvergonzado y el pensamiento empresarial de Xóchitl no corresponden a una cosmovisión indígena dónde antes que el “yo” está el “nosotros”.
En verdad, los grupos que apoyaron a Xóchitl, creyeron que México simpatizaría por la doña que deja su chicle pegado en la silla, por la incapaz de generar un discurso y hablar con la gente sin un guion de por medio, aquella a la que sin discurso se quedaba callada y se limitaba a reír de una forma espantosa además.
La esfera fifí o conservadora, como los ha catalogado el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha tenido un golpe de impotencia, un golpe de un sentimiento cercano a la frustración, luego de haber creído que tras un zócalo lleno con la marcha rosa, habían ganado las elecciones con Xóchitl, como si no supieran que gran parte de la gente que fue, estuvo obligada ante los patrones fifís que se niegan a perder privilegios, mientras las bases adquieren más y más derechos y beneficios.
Han convocado a marchas, a manifestaciones, a plantones con la consigna de “voto por voto y casilla por casilla” como si un fraude electoral se hubiera gestado en las urnas, ahora acusan el uso de programas sociales para cohesionar el voto, sin embargo, con más de 30 puntos de diferencia entre Claudia y Xóchitl, su petición es improcedente, si no lo fue con Obrador que tenía muchos puntos menos, ahora con esta participación histórica menos.
La votación del pasado fin de semana, debería ser un golpe de realidad para esas clases enfermas de odio, vanas de discurso y de argumentos sólidos, una clase social de viejos ricos especuladores, ruines, embusteros y mentirosos, que no conocen el país que dicen defender, que no tienen idea de la magnitud del pueblo y de las necesidades de este y no, no se confundan con lo que hoy se escribe, no estoy a favor de unos u otros, pero lo que sí es urgente en México es una oposición responsable, estudiada, con argumentos, y que sean capaces de elevar el debate público, no estoy completamente a favor de Claudia pero por ningún motivo, en caso de haber aprovechado mi voto, lo hubiera hecho por Xóchitl, el perfil más tonto, mentiroso, sinvergüenza, cínico, bobo, imbécil e ignorante de la contienda electoral.
Ojalá los fifís salgan de su burbuja y se pongan a chambear, ya que con mentiras y especulaciones no van a llegar a nada, ojalá los pseudointelectuales que participan en las mesas de discusión de las grandes televisoras pudieran elevar el nivel del discurso para que no sean vistos como los buitres aprovechados y maiceados que son. Urge el rompimiento de la esfera en la que crecen los fifís para que conozcan y aprendan de la realidad, esa que ahora no entienden y les está causando un gran dolor de cabeza.
