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No le quiso contestar

Oscar Raúl Pérez Cabrera
2 Min de Lectura
Ilustrativa

PEDAZOS DE VIDA

I

Otra vez me dejó en visto, otra vez le mandé mensaje y lo vio porque aquí dice que lo vio, pero no me contestó. Le marco una y veinte veces más pero no va a contestar, y al rato dirá que lo disculpe, que había dejado el celular en algún lugar, en su rechingada madre seguramente, en esa que no tiene…

Siempre ha sido así de despistado, y no es que lo defienda, en verdad siempre ha sido así, pero no por eso quiere decir  que yo hubiera estado contenta. Me gustaba, me gustaba mucho, tanto que simplemente al verlo se borraba todo enfado, me quedaba sin palabras y sin ganas de reclamar nada, pero no por eso quiere decir que hubiera estado contenta, que hubiera estado feliz.

Lo dejé tumbado sobre la cama, le acomodé sus brazos y su manos como momia egipcia, pero en lugar de cetro entre ambas manos le coloqué su celular, hablé con la policía y llegaron al lugar. Durante la espera, le marqué a su celular y me percaté de que al menos en veinte veces no pudo contestar, estaba segura de que no podía y ya podrá, ahora puedo estar tranquila. 

II

—“Su llamada será transferida al buzón…” 

—Hijo de su pinche clase, seguramente se está burlando, seguramente quiere jugar de nuevo, pero ya no le voy a contestar, lo voy a eliminar de mis contactos. Pero qué tal si se enoja, qué tal si ya no me habla nunca, o si de plano me deja, yo no quiero que eso suceda, yo lo que quiero es tenerlo conmigo, que duerma en mi cama, que compartamos nuestras vidas, que me conteste el celular.

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