MEMENTO
“Nada importa hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo”
Nada – Janne Teller
Nada proviene del latín vulgar nata, que es una reducción de la expresión latina res nata, que significaba literalmente “cosa nacida” o “cosa aparecida”. Res nata se empezó a usar irónicamente para indicar que no había cosa alguna. Como decir:
- ¿Qué pasó?
- Nada ha nacido.
Con el tiempo, esa forma irónica se convirtió en literal: nada, y pasó a significar la ausencia de todo. Un vacío.
La vida es una mierda. En serio, la vida está hecha para partirnos la madre; su finalidad es matarnos, y lo único que nos resta es sobrevivir. Desde el inicio de la historia nos hemos encargado de eso: de sobrevivir. Para ello, hemos dispuesto y creado diferentes herramientas. La bronca surge cuando tu mente ya no da pa’ más, cuando las herramientas que has aprendido a usar no son suficientes para hacer frente a la situación que vives.
Hemos romantizado el hedonismo, el estar bien, o que “la vida es un carnaval”, que todo debe ser miel sobre hojuelas. Tanto nos lo hemos creído, que olvidamos que los momentos tristes también sirven para algo.
Muchas personas utilizamos el término “depre” para referirnos a un estado de tristeza. ¡Cuán errados estamos! La depresión es más compleja. No es sencilla de admitir, de comprender, pero sobre todo, de enfrentar. Mientras la tristeza es una emoción, la depresión es una tristeza intensa y de largo plazo. Pero la distimia es una especie de depresión persistente.
Seguramente han visto memes sobre estas situaciones. Muchos nos decimos empáticos, pero en realidad sólo escuchamos para poder decir un “te lo dije”. Rara vez intentamos meternos en la persona, intentar sentir y percibir el mundo como lo hace, para así comprender lo que está viviendo.
La vida es una mierda, pero mientras estemos aquí, lo mejor es intentar pasarla lo mejor posible. Lejos de los extremos. Y cuando eso falle, no está de más ir por chochos con un psiquiatra y acudir a psicoterapia.
Los leones no son vegetarianos. No por ser buena persona la gente te va a tratar bien. Es mentira que recibes lo que das. El karma y el dharma, en realidad, no existen. Hay personas que, después de dañar a muchísima gente, pueden vivir el resto de su vida en tranquilidad. También hay personas que podrían ser la bondad andante y la vida no las trata bien.
He tenido muchos amigos unilaterales. Amigos que, por un préstamo de dinero, con tal de no pagar, se han alejado de mí. “Amistades” que han abusado de mi confianza. Y un largo etcétera. Sin embargo, también cuento con personas en el otro lado de esa dicotomía: personas que se esmeran en recordarme su amistad y cariño.
Es mentira que das lo que recibes… pero eres lo que das. Y eso es lo que importa.
Esperar que la vida te trate bien por ser buena persona es como pedirle a un león que no te coma porque eres vegetariano.
Siempre hay gente que intentará estar bien a costa de lo que sea. Esa gente patana puede acercarse a ti con la máscara de ser buena onda, pero en cuanto pueda tener alguna recompensa, la tomará sin importar las consecuencias negativas que pueda ocasionar a terceros.
Cual mantis o viuda negra, que después del coito devoran a su pareja aprovechando el éxtasis del mismo, así mismo esta gente patana se aprovecha de quien puede.
La conseja de hoy:
Aprendan a distinguir sus emociones, y no le den el control de ellas a los demás. Ni su cuerpo, ni su dinero, pero, sobre todo, su estabilidad. Esto no significa que sean ojetes con todo mundo, sino que hagan lo que les dé tranquilidad sin joder a otros. Algunas personas serán lobos con piel de oveja. Y como diría Mateo: “Por sus frutos los conocerás”.