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Hidalgo
viernes, octubre 3, 2025

Muerte

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Memento

“La vida es prestada y hay que disfrutarla, como 
más te guste y te pegue la gana, porque la huesuda 
no tiene respeto, se lleva de todo, agarra parejo”
Mi último deseo – Los Recoditos

La palabra muerte viene del latín mors, mortis, que significa precisamente “muerte”. Mors, mortis en latín designaba el final de la vida, la cesación de la existencia. Ese sustantivo está emparentado con la raíz indoeuropea *mer- / mr̥t-, que significa “morir, desaparecer”. En español, muerte se forma añadiendo el sufijo abstracto -te al participio latino mortuus (“muerto”), de modo que, etimológicamente, significa el estado de estar muerto.

El primer momento de madurez es cuando comprendemos que somos finitos, que algún día los demás morirán y que nosotros también lo haremos. Es en ese instante en que termina la edad de la inocencia; ese chingadazo de realidad se vuelve inherente. Hay quien piensa que, al abrir los ojos, es un día más; para su servilleta, es un día menos.

Quizá vieron “Macario”, esa película de los sesenta; si no lo han hecho, por favor háganlo, se están perdiendo de una joya cinematográfica. Macario, en la pobreza, vivía con su esposa y sus hijos. Su mayor deseo era comer un pavo entero él solo, sin tener que compartirlo con nadie. Un día, su esposa robó un pavo y se lo preparó. Él se refugió en el bosque para cumplir su deseo. Alerta de spoiler: que, si no la han visto, a estas alturas es un pecado cultural. En el desenlace de la historia, Macario descubrió que su muerte estaba muy cercana; en un intento por escapar de su destino huyó por el bosque. La Muerte iba tras de él gritando su nombre, mientras que, al mismo tiempo, su esposa, ante su ausencia, lo buscaba con un grupo de personas. Macario fue encontrado en un sueño eterno, con su pavo a un lado: comió un bocado y murió ipso facto.

Y así vamos por la vida creyendo que nos dará tiempo eterno para comer un pavo cuando se nos antoje, porque nadie planea morir. Tenemos planes diarios, semanales, mensuales, anuales y más. Vivimos con la fe en que llegaremos a esa cita. Todos los días enfrentamos la incertidumbre de la vida ante la certeza de la muerte. No sabemos si será el último, pero planeamos para un día más.

Hay una frase que me gusta mucho: Hoka Hey. Para los Lakota, un pueblo nativo de América del Norte, la expresión tiene un significado cercano a “¡Es un buen día!”. Los guerreros lakota la usaban para animarse a sí mismos o a otros antes de una batalla, significando algo así como: “¡Hoy es un buen día para enfrentar el destino!” o “¡Hoy es un día para dar todo!”. Más que aceptar la muerte, era aceptar el riesgo con honor, si ella llegaba. Interesante filosofía: darlo todo día a día, aceptando la posibilidad de que sea el último de sus vidas.

Todos los días enfrentamos la incertidumbre de la vida ante la certeza de la muerte, No sabemos si será el último, pero planeamos para un día más.

Creemos que no hay nada peor que la muerte, y puedo comprenderlo, perder un ser amado no es sencillo. Sin embargo, la vida es tan efímera que, de invertir tiempo en pensar constantemente esas pérdidas, ella se escurre como agua entre las manos. Peor que la muerte, el miedo a morir y peor que el miedo a morir, el miedo a vivir…

La conseja de hoy:

Para mí (coincido con Voltaire) la muerte es tan solo el fin de la vida, no es más que el punto final de cada historia personal. Me es más sencillo vivir bajo esa filosofía. Procuro estar en paz con las personas que amo y quienes son importantes para mí, para cuando me tope con la muerte, pueda irme con la mayor tranquilidad del mundo. Solo pido que no me agarre como al Tigre de Santa Julia…

Y como diría Cruz Treviño de la Garza: “Ni tan altas las trancas, ni tan grande el brinco, un mendigo brinquito, eso es la muerte…”

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