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LA VORÁGINE ELECTORAL

Prisciliano Gutiérrez
6 Min de Lectura

FAMILIA POLÍTICA

Definiciones de “vorágine”:

1.- “Remolino impetuoso que hacen, en algunos parajes, las aguas del mar, de los ríos o de los lagos”.

2.- “Pasión desenfrenada o mezcla de sentimientos muy intensos”. RAE

3.- “Sucesión o amontonamiento de elementos o situaciones que, por su velocidad, generan confusión y desconcierto”. JPP y MM

Como se advierte, la idea del caos está presente en el empleo que quise darle a esa palabra, dentro del ambiente de desorden pre electoral que estanos viviendo en toda la República: 

Que yo recuerde, nunca se había manifestado una contienda tan encarnizada como ahora, ni se había hecho tan inminente la posibilidad de una elección o un golpe de Estado, técnico.

Mientras más se acerca “el día D”, los criterios se confrontan y entrecruzan para buscar que prevalezca una pre verdad, que nada tiene que ver con la estadística, ni con el método científico que debe ser marco para toda investigación y sustento de las conclusiones correspondientes. Los diarios, sus principales columnistas, las revistas y todo tipo de publicaciones “especializadas”, filtran sus opiniones en las reuniones de café, en las pláticas de sobremesa, en las conversaciones de amigos o de compañeros de militancia, con partido o sin él. Los llamados “líderes de opinión”, en los noticieros de la televisión, principalmente aquellos que tienen como invitados a personajes como la aguerrida Senadora Lilí Téllez, el inefable Fernández Noroña, el Senador Germán Martínez o el “insigne e incorruptible” Abogado, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, entre otros, que a pesar de sufrir algún atentado con intenciones asesinas, defienden sus posturas, algunos con canina bravura, otros con negro sentido del humor, en una controversia que no augura ningún final de conciliación pacífica.

Es evidente que la reiterada petición de “piso parejo”, tiene sustento en la clara sensación de que la oposición se enfrenta a personajes que cuentan con el respaldo de todo el poder del Estado; eso se siente con claridad, sobre todo en el momento en que algún recalcitrante defensor de una determinada aspirante, de pronto cambia de postura; algo pasa, y quienes somos suspicaces por naturaleza, llegamos a pensar de manera malévola que “ya le llegaron al precio”.

La aparición de encuestas con estratosféricas distancias entre el primero y el segundo lugar, tiene la clara intención de obtener la victoria antes de ganar la guerra o de justificar la inconformidad ante la evidencia numérica de un “fraude”; ojalá y estos pseudo analistas tengan el valor de retirarse cuando su juego se descubra ante los ojos de la opinión pública, y aún ante los de aquella corriente de poder a la cual pretenden servir y solamente ensucian.

Cuando interviene gente seria en la planeación y realización metodológica de instrumentos de medición electoral (no necesariamente encuestas en la acepción tradicional), se dan verdaderas tesis con criterios de innovación. En este sentido, un amigo mío, General del Ejército en retiro, me hizo llegar un “Análisis y Proyección de Resultados Electorales Presidenciales 2024”, elaborado por la firma AOL Y JONES Consultores S.C., de Culiacán, Sinaloa. Su tesis fundamental es una que últimamente ha tomado fuerza; esto es que, a mayor votación, mayor posibilidad tiene de ganar la candidata opositora. Así, para aprovechar al máximo este espacio, evitar largas exposiciones y consideraciones, me voy a permitir reducir a su mínima expresión, algunas proyecciones que maneja la firma, después de un estudio serio y detallado por clases, edad, estrato social y otros, para seleccionar la “muestra” de individuos a los cuales se aplicarían los cuestionarios:

En un primer escenario, bajo el supuesto de un 55 por ciento de votantes, el resultado sería: 46 por ciento para Xóchitl (24.52 millones de votos) y el 47 por ciento para Claudia (24.69 millones de votos). Esto representaría un empate técnico. De Máynez no quiero hablar, porque sería perder el tiempo.

En un segundo escenario, considerando el 63 por ciento de votantes, los resultados serían: 49 por ciento para Xóchitl (29.70 millones de votos) y el 44 por ciento para Claudia (26.53 millones de votos).

El tercer escenario contempla un 70 por ciento de electores. Los resultados serían: 52 por ciento para Xóchitl (34.2 millones de votos) y 42 por ciento para Claudia (28.6 millones de votos).

De lo anteriormente expuesto, concluyo:

Primero. La multitud de encuestas publicadas en diferentes medios, cumplieron su misión de despertar el interés de la ciudadanía y fijar posturas en relación con una aún lejana jornada electoral.

Segundo. A mayor cercanía de la elección, la opinión pública se torna más exigente y en algunos sectores recalcitrantemente comprometida con alguna de las partes.

Tercero. Aquellas encuestas que marcan una amplísima diferencia entre el primero y el segundo lugar, han perdido toda credibilidad. Encontrarán su total descalificación el día 02 de junio.

Cuarto. Ante esta vorágine, remato con una frase que tuvo gran auge en el mundo del beisbol en los años 50: “Esto no se acaba hasta que se acaba”.

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