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Intenso ataque a balazos, con explosivos y drones atemorizaron a los habitantes

Redacción
5 Min de Lectura
Cortesía

Pobladores denunciaron que el grupo criminal había lanzado un explosivo sobre una cancha deportiva y, posteriormente, desató una serie de ataques

La ola de terror y violencia en el estado de Michoacán se recrudece y causa temor y zozobra de los habitantes, que se han visto sometidos a los ataques de los grupos criminales que se disputan la posesión del territorio.

Los informes policiales que se emitieron durante las últimas horas relatan que en el municipio de Aquíla a los teléfonos de Emergencias se reportó un ataque a balazos, en el que un grupo criminal habría usado drones para amedrentar a la comunidad Nagua de la cofradía localizada al norte de Santa María Ostula.

De acuerdo a las versiones que se emitieron se sabe, que los ataques que habría sido ejecutados por miembros del cartel criminal Jalisco Nueva generación (CJNG), duraron varias horas, en las cuales los pobladores se resguardaron en sus viviendas para evitar ser alcanzados por las balas y los explosivos.

Además se reveló que durante el cruento y cobarde ataque, los ejecutores utilizaron drones a plena luz del día pese a que aún había tiendas abiertas, la gente deambulaba por las principales calles del municipio.

Fue la tarde del jueves anterior al filo de las 17:00 horas, cuando iniciaron las balaceras, los bloqueos de las entradas y salidas de la localidad que sembraron el terror de los habitantes y la refriega se prolongó hasta pasadas las 03:00 horas del viernes.

Al inicio de los ataques, poco importó a los agresores el que en la calle caminaran mujeres embarazadas o que hubiera niños jugando en las techumbres de las viviendas, así como que las tiendas estuvieran abiertas y con gran afluencia de clientes, ya que acudieron a realizar sus compras para los preparativos para la fiesta de fin de cursos escolares.

Los reportes indican que miembros del cartel Jalisco Nueva generación en pocos minutos atacaron a toda la gente, en sus casas los moradores llamaban una y otra vez a los teléfonos de emergencias, para pedir a inmediata intervención de las corporaciones policiales para restablecer el orden y devolver la calma en el municipio.

No obstante, simultáneamente se reportó un dron volando y que repentinamente se generó el estallido sobre varias viviendas, mientras que en tierra los disparos de armas de fuego arreciaron en contra de la población.

Uno de los pobladores reveló a los elementos policíacos que el incesante ataque con armas de grueso calibre ocurrió desde los tres cerros que flanquean la localidad, por lo que se vieron obligados a tirarse al piso por horas, además de que los siguieron agrediendo con explosivos desde el aire con más drones, ello ante los vanos esfuerzos de la guardia comunal por repeler los ataques.

Durante el asedio, otros pobladores denunciaron que el grupo criminal había lanzado un explosivo sobre una cancha deportiva y, posteriormente, desató una serie de ataques contra las casas de la localidad.

También revelaron; “Esta vez el CJNG atacó a la población civil sin distingo y mandó grupos de alrededor de 50 criminales cada uno a rodear a la población desarmada e integrada principalmente por mujeres, niños y personas de la tercera edad”, alertaron las víctimas.

Otra de las versiones indica que los ataques con explosivos ocurrieron cuando había niñas y niños jugando en el exterior de las casas y las familias se preparaban para una fiesta por el fin de curso.

Posteriormente la Secretaría de Marina llegó a Aquila, con un aproximado de 10 unidades, pero ante la intensidad de los ataques no se decidan entrar a la defensa de la comunidad, por lo que prefirieron concentrarse en algunos puntos para vigilar.

Tras la culminación de los ataques, el personal naval realiza recorridos en la zona de los ataques en coordinación con la Sedena y la Guardia Nacional, por lo que activistas, colectivos y comunidades indígenas se sumaron al reclamo de alto al fuego en Santa María Ostula y exigen que las autoridades protejan a la población.

Los datos obtenidos sobre la presencia del cártel criminal revelan que el gobierno local, ya reconoció que el CJNG ha intentado instalarse en el municipio de Aquila durante casi 10 años.

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