Unos 4.000 indígenas de la etnia ch’ol, víctimas de desplazamiento forzado de la comunidad de Tila, municipio del estado mexicano de Chiapas, en el sureste de México, donde grupos del crimen organizado irrumpieron el 7 de junio en una disputa por el territorio, marcharon este miércoles para exigirle una solución al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Aquel día, más de 4.000 indígenas choles fueron desplazados por la violencia que azota a la localidad debido a los enfrentamientos entre dos grupos armados, uno denominado ‘Los Autónomos’ y otro reconocido como ‘Karma’, que luchan por el territorio.
Los indígenas marcharon pacíficamente y en silencio por las principales calles de la localidad de Yajalón para exigir justicia, reparación de daños, un retorno seguro y la restitución de las propiedades.
A poco más de dos semanas de haber huido de Tila, los pobladores salieron a las calles para visibilizar la situación de emergencia que viven miles de indígenas Ch’ol en Chiapas.
“Existen dos puntos principales: el regreso seguro a nuestras casas, que la seguridad nos resguarde nuestra integridad física y cada una de nuestras casas, y el segundo, que quede abierta una mesa de trabajo”, dijo a medios Marcelino Torres, vocero de los desplazados de Tila.
La movilización fue organizada por los habitantes de 17 barrios y otro grupos de habitantes. Los manifestantes marcharon desde el deportivo de Yajalón hasta el Parque Central, unos cinco kilómetros en los cuales solo se escucharon pasos apresurados de los desplazados y el murmullo de los habitantes.
El contingente estaba integrado por niños, niñas, adolescentes, hombres, mujeres y adultos mayores, quienes vestían ropa blanca con la leyenda «Todos somos Tila», «Queremos un retorno seguro», y portaban carteles, banderas y globos blancos.
Frente al contingente un grupo de menores portaban una manta de colores en la que se podrían leer: “Todos somos Tila”, “Ningún programa de bienestar nos va comprar”, “No hay caminos hacia la paz, la paz es el camino”.
En la marcha destacó la voz de los infantes y adolescentes con un tendedero de dibujos luego de huir de la violencia en Tila.
La marcha silenciosa terminó con un mitin, donde entonaron el Himno a la Alegría, como un canto al llamado de la paz y finalmente pasaron lista para dar por terminada su movilización.
Los manifestantes señalaron que se busca una indemnización para todos los que les fueron quemadas sus viviendas y recordaron que el problema original es entre agricultores autónomos y agricultores legales, un conflicto que inició hace unos años por la tenencia de tierra y una mala organización política, que detonó por la ausencia de las autoridad federales y estatales y por la aparición de sicarios de grupos del narcotráfico.
A la marcha se unió Margarita Jiménez, habitante de Tila, quien aún consternada por los hechos violentos dijo a EFE: “Queremos vivir en paz en nuestros hogares, pero sobre todo con esa garantía de seguridad que queremos llegar y retornar a nuestra casa”.
Los grupos armados Karma y Autónomos están en disputa de las tierras desde hace tiempo, este año el Ejército mexicano llegó para calmar las cosas, pero ambos corrieron a los militares y se desató la violencia.
De acuerdo con los registros históricos, este es el segundo episodio más violento que vive el municipio de Tila, el primero ocurrió en noviembre del año 2023, cuando también la cabecera municipal permaneció sitiada por casi 15 días y dejó como saldo ocho jóvenes fallecidos.