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Hidalgo
jueves, diciembre 26, 2024

Hasta pronto

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RELATOS DE VIDA

Decir adiós, a cualquier situación, lugar, dinámica, y a las personas: llámese amigos, familiares, compañeros de trabajo o pareja, siempre es una situación difícil, y en la mayoría de las veces, dolorosa, por el arraigo, los sentimientos, las tradiciones creadas o las alianzas formadas.

Decir adiós implica dejar de hacer algo consolidado, cambiar la rutina, modificar una parte de tu ser para iniciar un proceso, una transformación o bien un nuevo camino, hacia algo más grande, un crecimiento o simplemente porque era necesario hacerlo.

Ayer, dije adiós a las aulas, a mi alma mater, a mis alumnos que también fueron mis maestros de vida, porque en cada sesión, dinámica y teoría impartida en los salones, también me enseñaban otra forma de ver la vida, con más frescura y más alegría.

Fue difícil despedirme de cada uno de mis alumnos, porque no eran solo eso, además de mis hijos y el periodismo, mis estudiantes fueron también un motor, un aliciente, una llamarada para recordar lo que significa querer comerse el mundo, y una añoranza de la juventud, aquella en la que no existen preocupaciones, deudas, enojos, y a la que me mantuve anclada a través de ellos, cual sanguijuela, para llenarme de toda esa energía y vitalidad.

Durante muchos años, pero principalmente estos últimos cinco, la docencia se convirtió en otra de mis más grandes pasiones, reí como loca, lloré como Magdalena, sufrí con exámenes, proyectos y calificaciones, viajé por nuevo conocimiento, bailé en los pasillos, canté en las banquitas, vi películas y platiqué con todos mis alumnos.

Sé que este no es un adiós, sino un hasta pronto, porque estoy segura que los veré pronto en el campo laboral, ahora como mis colegas, y en cualquier trinchera o espacio donde se ubiquen, estaré orgullosa y satisfecha de saber que algún día fueron mis alumnos, y que no los conocí solo como estudiantes sino como grandes personas, con metas, retos, sueños e ilusiones.

Hasta pronto a las aulas, espero algún día regresar a ellas y unirme al compromiso de seguir formando nuevas generaciones, profesionistas, pero sobre grandes seres humanos, con sentido común, empatía y amor por su labor.

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