El séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton (Mercedes) reafirmó su condición de mito viviente al ganar este domingo, ante su afición, el Gran Premio de Gran Bretaña, el duodécimo del Mundial de Fórmula Uno. En el circuito de Silverstone, donde, de un solo golpe, firmó dos récords históricos en la categoría reina: elevó a 104 su propia plusmarca de victorias y se convirtió en el primer piloto en ganar nueve veces la misma prueba.
Sir Lewis, de 39 años, logró su primera victoria del año -la primera en casi tres, desde diciembre de 2021: cuando ganó en Arabia Saudí- al anotarse una emocionante carrera por delante del triple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull), más líder tras concluir segundo; y de su compatriota Lando Norris (McLaren), tercero en la cuna de la F1.
Hamilton, que previamente también había ganado ocho veces en Hungría, compartía plusmarca histórica con el otro séptuple campeón del mundo, el alemán Michael Schumacher, en ocho ocasiones ganador del Gran Premio de Francia. Este domingo, ya reina en solitario. Y supera en trece las 91 victorias con las que el ‘Kaiser’ ocupa el segundo puesto de todos los tiempos. Después de una carrera vibrante, marcada por las condiciones meteorológicas variables y que los españoles Carlos Sainz (Ferrari) -que firmó la vuelta rápida- y Fernando Alonso (Aston Martin) acabaron quinto y octavo, respectivamente.
«Jesús, sí que he esperado tiempo por esto», comentaba, entre lágrimas, el espectacular y excéntrico campeón de Stevenage, que a finales de año dejará la escudería con la que ganó seis de sus siete coronas y el año próximo, con los 40 ya cumplidos, pilotará para Ferrari: el equipo más laureado de la F1. Eso, después de una carrera en la que confirmó que sigue siendo el rey; recordando una canción que no pudo entonar esta vez el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), subcampeón del mundo el año pasado y que prolongó su mala racha con un decimoséptimo puesto que le hizo perder un puesto en el Mundial. En el que ahora es sexto.