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jueves, mayo 1, 2025

¿Dónde están los responsables?

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EL PEQUEÑO TIMMY 

A pesar de las distintas leyes que fueron aprobadas para evitar que los ayuntamientos de Hidalgo heredaran deudas a las nuevas administraciones, hay temas que se han quedado estancados en las lagunas legales que más bien ya parecen pantanos por todas las cochinadas que albergan y se permiten al margen de la ley. 

El tema del embargo judicial en contra de la Presidencia Municipal de Singuilucan es la punta de un témpano de hielo que no tarda en reventar las finanzas públicas de varios ayuntamientos y organismos descentralizados, y todo por el afán de las administraciones entrantes de querer acomodar en la nómina a familiares, amigos, amigos de los amigos y allegados, entre otros. 

Lo anterior no es más que un reflejo del autoritarismo que durante décadas, se ha vivido en Hidalgo, cuando la ley se la pasaban por el arco del triunfo, dejaban que los juicios se extendieran por años, y heredaban a los nuevos ocupantes de las presidencias municipales y dependencias gubernamentales, problemas que, si bien eran vistos, no se tomaban en cuenta porque seguramente ya se tenía un pacto entre el saliente y el entrante para quedar en total impunidad. 

Y mientras los responsables, o mejor dicho irresponsables, acabaron con su gestión y se fueron a disfrutar lo ganado, o mejor dicho lo “robado”, ahora el problema es de quienes recibieron la administración y aceptaron esas deudas creyendo quizá que podrían retrasar más los procesos para dejar esos pendientes a las siguientes administraciones. 

En Singuilucan, que es donde explotó la bomba, el expresidente Mario Olvera Morales dejó varios pendientes y no emitió aclaraciones respecto a diversos temas, como los edificios para renta de departamentos que construyó su esposa Mari Cruz Aguilar Flores bajo el amparo del corrupto Fernando Pérez Rodríguez, entonces presidente de Tulancingo, quien otorgó todos los permisos para que se perforara hasta el tubo del drenaje y se pudiera conectar todo el edificio de manera corrupta e ilegal. 

Este par de pillos, expresidente y esposa, se fueron de la presidencia con un grupo de demandas laborales por despidos injustificados que ahora ha provocado el embargo judicial de la Presidencia Municipal, se fueron a vivir la vida y vivir de rentas de departamentos en edificios que construyeron para este fin en diversos puntos de Tulancingo e incluso se habla de una operación similar en Santiago Tulantepec, pero hasta el cierre de esta edición los documentos y las fotografías solicitadas vía “avioncito de papel” no llegaron a mis manos, de que sea cierto no lo dudo, a diferencia del edificio en la colonia Rojo Gómez donde en 2020 la propia Mari Cruz Aguilar Flores presumió “estar bien parada con los políticos” e incluso amenazó a los vecinos que quedaron inconformes por la forma en que se conectó al drenaje y todas las marranadas que hicieron que el proceso pareciera “legal”. 

En fin, quizá ya vaya siendo tiempo de que aquellos que la hicieron la paguen, que se busquen mecanismos que permitan que haya una verdadera justicia para el pueblo y se establezcan regulaciones reales que impidan que este tipo de sucesos ocurran en detrimento de la población, porque por perfiles corruptos y déspotas como este, la ciudadanía ahora tiene que desembolsar millones de pesos para resarcir el daño cometido en contra de la clase trabajadora.

Y que no se equivoque la presidenta de Singuilucan actual al querer criminalizar a los trabajadores que aguantaron tantos años una lucha por sus derechos y por los actos cometidos en su contra, más bien debería buscar la forma para que el expresidente y su esposa rindan las cuentas que debieron rendir y se hagan responsables del problema que ellos generaron.

Así con este precedente, seguramente más laudos saldrán a favor de cientos de empleados despedidos por diversas administraciones e instancias públicas y ahora la pregunta es: ¿De dónde saldrá el dinero para subsanar estas derramas y cumplir con la ley? Funcionarios ineptos, expresidentes municipales soberbios y arrogantes que se sintieron reyes mientras ocuparon la silla presidencial, nada alejado a varios funcionarios de la administración estatal actual, sin embargo, tarde o temprano la realidad los alcanza, deberían tomar estos casos para reflexionar y evitar este tipo de situaciones en un futuro, pero lo que parece que hacen los actuales soñados “reyes” es ver la forma en que en un futuro hagan esto mismo pero sin asumir consecuencia alguna, algo así como hacerse embajador de algún país y decir “ustedes disculpen, estaba estúpido y nunca me di cuenta de lo que firmaron estos tarugos”. 

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