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Divorciada argentina

Jorge Carrasco
2 Min Read

En esta ocasión vamos a hablar de “Julia, no te cases” de Pablo Levy, una cinta personal que recobra conversaciones telefónicas y viejas películas caseras en las que su madre confiesa sus grandes diferencias con su esposo .

Al inicio de una filmación casera de una boda, la madre de la novia le pide que no se case. Pero el sueño de Julia Azar, como toda buena judía, es casarse y tener hijos.

Desgraciadamente la advertencia materna estaba justificada y se trató de un error que resarció luego de dos separaciones y tres hijos.

Pablo Levy, uno de los hijos, hace un recuento de la vida de su madre, en “Julia, no te cases”, actualmente exhibida en la Cineteca Nacional.

El director de “Novias madrinas 15 años” consigue su cinta más personal recobrando conversaciones telefónicas y viejas películas caseras en las que su madre confiesa sus grandes diferencias con su esposo, capaz de dejarla sola en un cine, porque no entendía “Gritos y susurros” de Ingmar Bergman.

Julia sacrifica su carrera y su felicidad por sus hijos, y aunque no hace ningún reproche específico a su marido, simplemente no puede vivir con él.

Explica además lo difícil que fue para una mujer de su época, estar divorciada con tres hijos.

Levy no juzga a sus padres, sino simplemente trata de entenderlos y de apoyar a su madre, que no puede evitar llorar ante las cámaras.

“Julia, no te cases”, resulta pues un testimonio familiar de una hora escasa sobre una pareja que no consiguió permanecer junta.

Dato: Levy no juzga a sus padres, sino simplemente trata de entenderlos y de apoyar a su madre, que no puede evitar llorar ante las cámaras

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