La cantante y activista Cyndi Lauper plasmó el día de ayer sus manos y sus pies sobre el cemento de la entrada del famoso Teatro Chino, ubicado en el Paseo de la Fama de Hollywood (Los Ángeles), en una ceremonia de homenaje a su carrera en la que estuvo acompañada de la leyenda del pop Cher.
«Este momento es surrealista porque amo el glamour y amo Hollywood», dijo Lauper antes de dejar sus huellas en el mismo lugar que lo hicieron estrellas como Marilyn Monroe o Jean Harlow.
La ceremonia se celebró un día después de que Lauper anunciara que se embarcará en una gira para despedirse de los escenarios titulada ‘Girls Just Want to Have Fun’, la canción que la consolidó como estrella pop en los años ochenta.
En 2016, la compositora de ‘Time After Time’, quien además cuenta con un Emmy, un Tony y dos Grammy, entre otros galardones, también fue homenajeada en el Paseo de la Fama de Hollywood cuando recibió una de las icónicas estrellas que adornan el boulevard.
La cantante de 70 años ha tenido una semana muy movida en Los Ángeles: el domingo Lauper participó en el desfile del mes del orgullo, esta tarde estará presente en el estreno del documental sobre su trayectoria, ‘Let the Canary Sing’, de Alison Ellwood, y esta semana aparecerá en el programa nocturno ‘Jimmy Kimmel Live!’.
Lauper (Nueva York, 1953) tuvo sus inicios en la industria musical con Blue Angel, una banda de retro-rockabilly popular entre los bares de Nueva York.
La cantante saltó a la fama con su álbum ‘She’s So Unusual’, en 1983, del que se desprendió el sencillo ‘Girls Just Wanna Have Fun’, que gracias a su rebeldía y extravagancia se convirtió en un himno feminista y posicionó a Lauper como icono pop de la década de los ochenta.