27.2 C
Hidalgo
jueves, marzo 13, 2025

Cuaresma

Más Leídas

MEMENTO

La Cuaresma hace referencia a los 40 días que Jesús pasó en el desierto (Mateo 4:1-11, Marcos 1:12-13, Lucas 4:1-13). Durante ese lapso, Él ayuna, medita y confronta ciertas tentaciones como parte de su preparación para su destino. Esto, claro, dentro de la religión Cristiana. Es un tiempo de reflexión, penitencia y preparación espiritual para la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

La Cuaresma inició ayer con el Miércoles de Ceniza. Durante este tiempo, muchas personas practican ayuno, abstinencia de carne (especialmente los viernes), oración y caridad. Algo así como un «détox corpóreo-espiritual».

Hace unos años acudí a misa, el padre dio un sermón acerca de los dioses que nos generamos, para llegar a ese tema primero nos platicó sobre el andar del pueblo de Israel por el desierto, y cómo fue que Moisés al bajar del Monte Sinaí́ con los diez mandamientos en sus tablas, encuentra a su pueblo adorando a un becerro de oro, el cual en su desesperanza habían forjado con las joyas que aun guardaban; Moisés emperradísimo destruyó el falso ídolo (Éxodo 32:19-20) y es que solo se ausentó poco más de un mes, el pueblo de Israel que había soportado esclavitud en Egipto, el desmadre del desierto por 40 años, invasiones, exilios y hasta broncas internas entre sus propias tribus. ¿Y por un par de semanas se vuelven “brincapaatrás”?

El sacerdote dijo: «Así como los Israelitas forjaron un dios, algunos forjan su propio dios, un dios a su conveniencia, un dios a modo, y se olvidan de la verdadera intención de Dios»

Me causa mucha gracia aquellas personas cristianas (que ojo, la religión católica también es cristiana) quienes ahora se dicen creyentes porque no pueden (quieren) cumplir al 100% con los mandamientos de Dios, y justifican su actuar diciendo que algunas cosas de su religión no están bien, no les son gratas o simplemente no van con ellas. Estas personas terminan queriendo forjar un becerro de fierro, porque ni a oro llega, y terminan creando un dios a modo.

Si no pueden respetar los designios de Dios, ¿qué pueden respetar?Si no respetan lo que más aman y/o temen, ¿qué más pueden amar o temer?

Espero que cuando le pidan un favor a Diosito y se los cumpla a la mitad también lo comprendan. Es mejor decir, soy un mal católico, a decir, soy un buen creyente. En gran parte por eso dudo de las personas que se dicen «Creyentes»; fríos o calientes porque a Dios le asquean los tibios.

“Mi bisagüelita” durante la Cuaresma evitaba que comiéramos carne, más por pobres que por religiosos, pero lo acatábamos, los viernes no se encendía ni la radio, es más, ni nos dejaba jugar. Al final de la misma, durante la Semana Santa, la cosa se ponía más religiosa, prácticamente no se hablaba en su casa.

El Decálogo, son un conjunto de simples principios morales y religiosos que son sencillos de seguir: No tendrás otros dioses (ni versiones light). No te harás ídolos ni imágenes (ni cobijas de Karely). No tomarás el nombre de Dios en vano (como esos que juran no tomar y piden sus permisos). Recuerda el día de reposo para santificarlo (procura ir a misa y no al fucho). Honra a tu padre y a tu madre (mínimo no la chingue). No matarás (ni con sobredosis de ternura). No cometerás adulterio (si apenas pueden con una persona). No robarás (ni un pan). No darás falso testimonio contra tu prójimo (ni fomentarás el chisme). No codiciarás a la mujer de tu prójimo (ni al hombre, Angela Aguilar). Cómo pueden ver no tan difícil de seguir estos principios, pero preferimos ser tibios. Ya si no pueden portarse bien todo el año, mínimo compórtense durante la Cuaresma.

Las consejas de esta semana:

Dejen de comer carne, más aún si es de humano ¿Qué es eso de andar juzgado a la gente?, pues en realidad no existen santos ni diablos, simplemente existimos personas.

Autor