Silvia Monserrat Hernández Flores vende buñuelos desde hace 31 años en la capital hidalguense. En entrevista señaló que es una herencia familiar que le permite mantener a su hija.
Cada año en la celebración del grito de independencia ofrece buñuelos a las familias asistentes a esta fiesta.
«Este oficio me lo enseñó mi mamá, ya tiene casi 31 años, es una tradición. Todas las personas que vendemos buñuelos aquí la mayoría somos familia, primas o tías».
Agregó que se siente orgullosa de ser mexicana por las tradiciones, la fiesta y gastronomía diversa de nuestro país.
Al finalizar invitó a los presentes a comprar buñuelos y comerlos remojados con dulce de guayaba.