La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno mexicano, Rosa Icela Rodríguez, catalogó este lunes los comicios del domingo de «fiesta cívica en paz», a pesar de ser la culminación de un proceso electoral con al menos 30 aspirantes asesinados.
Así, «contrario a lo que se decía», sobre todo en los círculos opositores, la jornada electoral más grande de la historia de México se convirtió en «una fiesta cívica en paz», defendió la funcionaria.
Claudia Sheinbaum, aspirante del gobernante Morena, del Partido del Trabajo (PT) y del Verde Ecologista de México (PVEM), será la primera mujer presidenta de México tras obtener entre un 58.3 por ciento y un 60.7 por ciento de los votos, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE).
Detrás de ella quedaron, con un rango de entre el 26.6 por ciento y 28.6 por ciento de los apoyos, su principal rival, la opositora Xóchitl Gálvez, y el abanderado del también opositor Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, quien recibiría entre el 9.9 por ciento y el 10.8 por ciento de los sufragios.
El organismo electoral situó la participación en la contienda en una horquilla de entre el 60 por ciento y el 61.5 por ciento, mientras que Sheinbaum calcula haber obtenido 35 millones de votos, casi cinco millones más de los obtenidos por López Obrador en 2018.
Sin embargo, al menos dos personas murieron este domingo en tiroteos en centros de votación en Puebla, mientras que horas antes del comienzo de las elecciones asesinaron a balazos al candidato Israel Delgado Vega, oficialista que buscaba ser síndico del municipio de Cuitzeo, en Michoacán.