El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuestionó el pasado jueves a Cecilia Flores, líder de madres buscadoras de desaparecidos, por denunciar el hallazgo de un posible crematorio clandestino en Ciudad de México, cuyo jefe de Gobierno, Martí Batres, tachó de «montaje» político.
“Antier (el martes) salió que habían encontrado un crematorio, pero vinieron de Sonora y de Chihuahua, personas que no nos quieren a nosotros y que pertenecen al bloque conservador, que desde luego defienden causas que son muy justas», declaró López Obrador en su conferencia matutina.
El gobernante mexicano criticó que los medios hayan replicado la denuncia de Flores, fundadora del Colectivo Madres Buscadoras de Sonora, quien aseguró haber encontrado cenizas e identificaciones en la supuesta fosa clandestina en los límites de Iztapalapa y Tláhuac, demarcaciones internas de la capital.
Flores pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que interviniera para indagar los restos, que el Gobierno de Ciudad de México asegura que son de perros.
“No se debe administrar la desgracia, no se debe traficar con el dolor humano porque eso, además, no les ayuda. Antes, como tenían el control de los medios y de todo, podían engañar, pero ahora no», opinó ahora López Obrador.
En la conferencia, Batres acusó a Flores de armar un «montaje» para golpear al Gobierno de Ciudad de México, donde la oficialista Clara Brugada, ex acaldesa de Iztapalapa, busca ser la nueva jefa de Gobierno en las elecciones del 2 de junio.
Batres argumentó que la denuncia «corresponde a un movimiento político» y «es por la temporada electoral».
