Alemania celebró el día de ayer los 275 años del nacimiento de Johann Wolfgang Goethe, el más destacado escritor de la literatura germana y uno de los más sobresalientes a nivel universal.
En Weimar (este de Alemania) la entrada al Museo Goethe -situado en la casa donde vivió la mayor parte de su vida- será gratuita con motivo del aniversario. Hay además un programa con discusiones sobre su obra, su actualidad -o su pérdida de actualidad- e intentos de llevar algunos de sus textos a formatos más modernos.
La figura de Goethe significa para la cultura alemana tanto o más que la de Shakespeare para la cultura británica o la de Cervantes para los países de lengua española.
También ha habido intentos de rebelión contra su figura y ahora la revista «Stern» ha lanzado incluso la pregunta de si Goethe sigue siendo relevante y menciona como argumento que sus obras teatrales se representan cada vez menos. Pero su obra y su figura siguen ahí y lanzando preguntas.
De su obra, lo que más se conoce fuera de Alemania es su novela de juventud «Los sufrimientos del joven Werther», que fue en su momento un bestseller europeo, pero del que el autor terminó renegando, y el drama «Fausto» en el que el personaje central le entrega su alma al diablo a cambio de lozanía y del conocimiento de los secretos de la naturaleza.
Durante mucho tiempo «Fausto» fue la obra más representada en los escenarios alemanes, aunque rara vez en su totalidad. Ahora ha perdido ese rango a manos de «Woyzek» de Georg Büchner.
En Alemania, además, algunos de sus poemas siguen siendo bastante populares, como las composiciones amorosas del libro «Elegías romanas».
También se conocen las novelas «Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister» -que Goethe concibió como una obra que debía combatir la visión del mundo que había expresado en el Werther- y «Las afinidades electivas», en las que somete el matrimonio a una crítica radical y altamente revolucionaria para la época.