Al menos 30 personas han muerto a causa de las inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y caídas de árboles en Sri Lanka, azotado por las lluvias monzónicas, informó este miércoles el Ministro de Estado de Defensa, Pramitha Bandara Tennakoon.
El Gobierno esrilanqués está “proporcionando dinero de socorro a las familias de los fallecidos para cubrir los gastos funerarios”, dijo Tennakoon y aseguró que el Gobierno sigue tratando de atender los daños causados en las viviendas, buscando proporcionar ayuda a los afectados.
Según el Centro de Gestión de Desastres (DMC, por sus siglas en inglés), cerca de 250.000 personas se han visto afectadas por las lluvias torrenciales del suroeste que azotaron la nación insular.
A su vez, más de 10.000 personas han sido acogidas en centros de evacuación temporal, mientras que casi 16.000 más se han desplazado a casa de sus familiares, por lo menos hasta que la situación se regularice.
“En algunas zonas el nivel del agua aún no ha bajado del todo. Aconsejamos a las personas que están en los centros de evacuación que permanezcan allí hasta que finalicen los trabajos posteriores a la catástrofe”, declaró este miércoles a los medios de comunicación el director del DMC, Pradeep Kodippili.
Los trabajos de búsqueda y rescate siguen activos, dijo Kodippili, que pidio a los ciudadanos atenerse de visitar las zonas afectadas.
De acuerdo con la fuente, la mayoría de las víctimas que perdieron la vida era personas realizando actividades recreativas. “No vayan a hacer pícnics en las zonas inundadas”, instó a la población.
La muerte más reciente fue la de un niño de la zona de Kegalle, en la provincia de Sabaragamuwa, que se quedó atrapado tras un derrumbamiento de tierras.
