RETRATOS HABLADOS
Abril cumplió con su cometido, hizo que nos preguntáramos, corazón en mano, si la brevedad de nuestra existencia es suficiente justificación como para hacernos ajenos a las veleidades de la vida.
En un principio pensamos que sí, que resulta una pérdida de tiempo dedicar eso: tiempo, a los asuntos del poder político, en un país como el nuestro, tan de al tiro apedreado por poderosos, hayan tenido su origen en el conservadurismo o en el socialismo, izquierda, o como gusten llamarlos.
El asunto es que en ambos casos resultaron igual de ineptos, sinvergüenzas y corruptos.
Así que no hay mucha esperanza en nada, y dedicarle tanto esfuerzo mental para alertar contra ambos, confirmamos, es perder el tiempo.
Y luego entonces?
Que abril nos trajo un poco de conciencia recuperada con la muerte del Papa Francisco, que no se cansó de alertar contra la indiferencia.
Y eso es lo fundamental: no caer en la indiferencia.
Que nos duela el engaño, el fanatismo a personajes cínicos como un ex presidente. Que nos duela la muerte de tantos inocentes, el llanto de la madre que no encuentra a su hijo, el enfermo que jefe por falta de medicinas.
A lo mejor nada cambia, pero uno no acaba convertido en un cínico, al que todo le da igual.
Y eso ya es un avance, un gesto de que todavía somos seres humanos, porque nos duele el dolor del semejante.
Es mayo.
Abril nos dejó la lección de no ser indiferentes.
Mayo deberá ser el amor por las mamás que nunca se echan para atrás para encontrar a sus hijos desaparecidos.
Que nos muestran, aún con el sacrificio de sus propias vidas, que, como dijo Blades, cariños es cariño, y familia, es familia.Mil gracias, hasta el próximo lunes.