La mayoría de los residentes de Boca Chica Village aprobaron este sábado la incorporación oficial del área como una nueva ciudad bajo el nombre de Starbase, una decisión que fortalece la presencia de la compañía espacial SpaceX en el sur de Texas.
Con 173 votos a favor y solo 4 en contra, los residentes del pequeño poblado no incorporado del condado de Cameron —ubicado cerca de la playa de Boca Chica y dominado por instalaciones de SpaceX— respaldaron mayoritariamente la propuesta para convertir su comunidad en un municipio autónomo.
“Es estadísticamente imposible que la medida fracase”, declaró Remi Garza, administrador electoral del condado, al confirmar los resultados preliminares, que superaron con holgura los 143 votos necesarios para aprobar la iniciativa.
La nueva ciudad abarcará unos 3.9 kilómetros cuadrados, casi en su totalidad propiedad de SpaceX. De hecho, más del 60 por ciento de los votantes habilitados para participar en la elección son empleados de la compañía fundada por Elon Musk, según un análisis de The Texas News Room.
Una vez que se oficialicen los resultados, un juez emitirá la orden para incorporar Starbase al condado y al estado de Texas, lo que permitirá a sus habitantes elegir un gobierno local con alcalde y comisionados responsables de la planificación urbana, impuestos y otros asuntos administrativos.
Hasta ahora, el único candidato para ocupar el cargo de alcalde es Bobby Peden, vicepresidente de pruebas y lanzamientos de SpaceX en Texas, quien trabaja para Musk desde 2013.
La figura del magnate tecnológico domina el paisaje de la futura ciudad: en la entrada del vecindario se encuentra un busto de 2,7 metros de altura con su imagen. Musk anunció en 2021 su intención de crear Starbase, y ahora consolida ese objetivo en lo que ha sido descrito por algunos analistas como una “ciudad corporativa”.
Sin embargo, no todos celebran la creación del nuevo municipio. Organizaciones ambientalistas como The South Texas Environmental Justice Network han denunciado afectaciones al ecosistema local, incluyendo contaminación de fuentes de agua, quema de hábitats naturales y restricciones al acceso público a la playa.
“SpaceX, bajo el liderazgo de Elon Musk, contribuye a la destrucción del medioambiente (…) y pone en peligro la vida silvestre con sus lanzamientos de cohetes”, afirmó la organización en un comunicado reciente.
Además, críticos han expresado preocupación por el creciente poder político de Musk, quien dirige el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en el gobierno de Donald Trump, desde donde impulsa recortes presupuestarios y despidos masivos en agencias federales.
Se prevé que Musk reduzca su participación en la administración pública este mes para centrarse en sus negocios, especialmente luego del desplome reciente en las ganancias de Tesla, según lo informado en una reunión de accionistas.