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Violaciones fílmicas

Jorge Carrasco
2 Min Read

CINE DE HOY

Durante la filmación de escenas íntimas, hay actores que se dejan llevar y no se controlan, lo que resulta más grave si lo hacen sin el consentimiento de su contraparte, baste recordar a Marlon Brando en “El último tango en París” o a Jack Nicholson en “El cartero llamó dos veces”.

Ese es el tema de “Un actor malo”, segundo largometraje de Jorge Cuchi, que se acaba de estrenar en la Cineteca Nacional y en el circuito comercial.

El actor en ascenso Daniel Zavala (Alfonso Dosal), viola durante una escena de cama a Sandra Navarro (Fiona Palomo) que de inmediato quiere demandarlo.

Las cosas se complican porque ni el director Gerardo (Gerardo Trejoluna) y el resto del crew parecen haberse percatado del asunto, “pues ella no gritó”.

Daniel, quien tiene aspiraciones hollywoodenses niega rotundamente la violación y toma una postura machista.

Sin embargo, una de las compañeras de Sandra sube el video al internet, y el actor es linchado mediáticamente.

Se trata de un tema controversial y una apuesta arriesgada, pues ninguno de los actores, especializados en comedia Dosal (“Tres idiotas”) y Palomo (“El roomie») habían enfrentado papeles tan demandantes.

El director de “50 o dos ballenas se encuentran en la playa» había tenido muy buen debut con un tema igualmente escabroso.

Aquí se queda a medio camino, y el alegato feminista termina por ser una condena a la violencia que lo ha rodeado.

Un actor malo resulta pues un filme interesante, pero no del todo logrado.   

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