EL PEQUEÑO TIMMY
La idea de que en México por fin se logre un cambio “verdadero” cada vez es más lejana, basta con que un buitre o un junior se cuele hasta las entrañas de un partido político para que todo el trabajo, esfuerzo y esperanza de aquellos que han luchado por un cambio se desvanezcan como un algodón de azúcar que se mete en agua.
Hay dos frases que repitió constantemente Andrés Manuel López Obrador, “sólo el pueblo puede salvar al pueblo” y “el pueblo es sabio”, y al final de todo, nuevamente será el pueblo el que tendrá que ponerle un alto a los abusos que han cometido todos los buitres, zopilotes, atascados, comecuandohay, cínicos y puercos de trompa ancha, que desde Morena se han servido con la cuchara grande a ellos y a sus círculos cercanos.
Es una pena y una burla para el pueblo, ver que todos aquellos políticos señalados por corruptos, vendepatrias, tranzas, tracalas, sinvergüenzas, ahora estén muy acomodados dentro del partido guinda, disfrutando de los privilegios que por unos meses perdieron y que ahora han recuperado con tan solo cambiar de militancia.
Lo que no han aprendido los pseudolíderes morenistas es que aunque la mona se vista de seda mona se queda, y que será muy difícil quitarles las mañas a todos esos perfiles que se han agregado a Morena, desplazando incluso a la militancia verdadera, a los perfiles fundadores, a todos aquellos que caminaron las calles y recorrieron los territorios con la esperanza de un cambio, será muy difícil que el cambio llegue a Hidalgo y se consolide en México cuando se cambia de color pero no de perfiles, porque lo único que refleja todo esto es una carencia de ideología política y compromiso social real.
Al expresidente AMLO le costó muy caro involucrar al Grupo Universidad en su campaña, pero sólo así logró el triunfo en Hidalgo, con personal de toda la máxima casa de estudios cuidando las casillas, así mismo ocurrió con el personal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ganaron curules sin hacer campañas, recibieron puestos y premios al por mayor, y una vez que fueron dotados de un poco de poder, ahora es imposible parar las extorsiones, chantajes, amenazas y demás por parte de estos grupos.
El hecho de que se tengan que sumar a Morena, expriístas, experredistas, expanistas y cuanto cascajo de la política se tenga, obedece al actuar torpe de la dirigencia de un partido que no ha sabido consolidar las bases de un Movimiento al que la mayoría llegaron apadrinados, y como se dice vulgarmente “no se cuida lo que no cuesta”, estos como huachicoleros “gastan a manos llenas, el capital que no les costó obtener”.
Es una pena que en Hidalgo se tenga como dirigente de Morena a un exlíder campesino acostumbrado a migajear apoyos y programas del gobierno porque este tipo de hacer política, construir acuerdos y negociar candidaturas se ve reflejado en un trabajo de territorio nulo, sin operación política, sin promotores, sin gente comprometida con una causa, y esto le costará muy caro a Morena, no al dirigente ni a los buitres que se han acomodado en oficinas de distinta índole sino a toda esa gente que confió en un cambio de ideología, de perfiles, de política y lo único que ha recibido es a los políticos de siempre “cambiados de color”.
Y es una pena que este y otros “migajeros” hayan llegado a ocupar cargos públicos porque como dice el dicho “el que no tiene y llega a tener, loco se quiere volver” así que atásquense puercos ahorita que hay lodo es la única ideología que prevalece en Hidalgo, un estado que está cada día más lejos del cambio y más distante de la esperanza que se albergaba de ver a todos esos politiquillos acusados de corruptos, señalados, soberbios, encumbrados, lejos de los cargos públicos y las oficinas gubernamentales.
Cómo lo dijo el fundador del movimiento “sólo el pueblo puede salvar al pueblo” y si en Hidalgo el pueblo no se pone las pilas, claramente este tipo de chapulines seguirán perpetuándose en el poder, con perfiles nefastos, manipuladores, engañadores, trepadores, puercos de trompa ancha.
En Hidalgo urge un pueblo sabio que les ponga un alto a todos estos perfiles que se han metido a Morena, urge un pueblo que se movilice y que haga valer su derecho a la esperanza y al cambio verdadero, urge un pueblo que exija el cumplimiento de las promesas con las que varios políticos llegaron a un cargo público, urge un pueblo que sea capaz de distinguir a un trepador de un verdadero luchador social, en Hidalgo urgen luchadores sociales y sobran los ahijados acomodados en un gobierno guinda pero con claras mañas tricolores.