El profesor Juan Pablo Valdez Aguilar y la doctorante Ruth Patricia Ávila Vázquez, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), enfatizaron en la importancia de espacios y protocolos de atención en las escuelas, para la identificación y atención de duelos que afectan a las juventudes en diferentes aspectos de su vida.
Explicaron que el dolor que provocan los duelos no siempre está relacionado con la muerte, también surgen por otras pérdidas, mismas que, en muchos casos, son invisibilizadas en las escuelas.
Destacaron que estas pérdidas pueden manifestarse de muchas formas a lo largo de la vida estudiantil, como mudarse de ciudad, alejarse de la familia, terminar una relación afectiva, cambiar de escuela o no alcanzar una meta importante, y cada una representa la ausencia significativa de algo, lo que puede generar sentimientos de vacío, incertidumbre o tristeza profunda, y aunque no impliquen la muerte, estas experiencias afectan el equilibrio emocional de quien las atraviesa.
Señalaron que al no considerarse como duelos legítimos, no se brinda un acompañamiento oportuno y el alumnado reprime esas emociones, lo que provoca bajo rendimiento escolar, ausencias, aislamiento e incluso conductas que afectan la salud mental y física.
Destacaron que el problema radica en que estos comportamientos suelen interpretarse como falta de compromiso o desinterés, cuando en realidad reflejan un sufrimiento interno que no se logra comprender, por lo tanto, evitan hablar de lo que sienten por miedo a ser juzgados como débiles o exagerados, especialmente debido a la poca información sobre el duelo y a la falta de una cultura sólida de empatía hacia el dolor que no está relacionado con la muerte de un familiar.
Ante este panorama el profesor y la estudiante señalaron que es fundamental crear espacios de escucha, capacitar al personal educativo en contención emocional, establecer lineamientos que reconozcan la diversidad de duelos presentes en el entorno escolar e incorporar la atención tanatológica como parte del acompañamiento integral, pues sólo así será posible construir una comunidad más empática, consciente y comprometida con el bienestar del alumnado.