Un juez federal en Washington D.C. emitió este miércoles un fallo contra la prohibición a las solicitudes de asilo en la frontera sur, impuesta por el presidente Donald Trump el pasado enero.
En un extenso fallo, el juez Randolph Moss estipuló que la decisión del republicano excede los poderes presidenciales y viola la ley de inmigración de EE.UU., que permite a los migrantes solicitar asilo cuando están en suelo estadounidense.
En el documento, Moss señaló que reconoce los «grandes retos» a los que se enfrenta el Ejecutivo a la hora de «prevenir y disuadir» la inmigración irregular a EE.UU.
Sin embargo, concluye, «ni la Constitución ni la ley migratoria le dan al presidente autoridad para reemplazar las leyes y procedimientos» ya establecidos por el Congreso, escribió el juez.
Una proclamación presidencial, por sí sola, «no puede afectar al derecho de los no ciudadanos a solicitar asilo, a su elegibilidad para el asilo ni a los procedimientos de asilo», insistió el juez.
El día que asumió la presidencia, Trump firmó un decreto presidencial para declarar una «invasión» en la frontera sur, suspender el derecho al asilo y ordenar a las autoridades migratorias «repeler, repatriar o expulsar» a las personas extranjeras que lleguen al país por esta ruta.
El fallo de hoy, contra esta medida, llega después de que un grupo de tres organizaciones, en representación de 13 solicitantes de asilo, presentara una demanda contra el decreto.
Esta decisión se suma a otras resoluciones judiciales que han intentado bloquear la agenda del presidente Trump, centrada en cumplir su promesa de deportar a los más de 11 millones de migrantes que viven en EE.UU. sin un estatus legal.
Desde su llegada al poder, el número de cruces irregulares en la frontera sur de EE.UU. se ha desplomado a mínimos históricos, según datos oficiales.