La alianza mantenida hasta ahora entre Donald Trump y Elon Musk derivó el jueves en una guerra abierta que comenzó tras reproches sobre el plan fiscal impulsado por el mandatario estadounidense y escaló con amenazas de anulación de contratos gubernamentales y acusaciones por parte del magnate de que Trump figura en la lista del pedófilo Jeffrey Epstein.
El desencadenante fue la decepción expresada por Trump sobre las críticas recibidas por parte de Musk a su plan fiscal y presupuestario, que ha sido aprobado ya por la Cámara Baja y está en tramitación en el Senado, donde los republicanos también tienen el control.
Musk había calificado esta semana de «abominación repugnante» dicho plan, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense, una entidad no partidista, sumará a la deuda en la próxima década 2.4 billones de dólares.
Musk recurrió a X para dar su versión de los hechos. Ahí desmintió que estuviera al tanto del contenido de esa propuesta en su tiempo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un puesto que dejó el 30 de mayo, y criticó de hecho que ese plan fuera aprobado en plena noche, «tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo».
La escalada de su cruzada verbal pasó después a sus respectivas redes, X y Truth Social, donde a lo largo del día uno y otro se fueron contestando y elevando el tono.
«La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que (Joe) Biden no lo hiciera!», señaló Trump en referencia a su antecesor demócrata (2021-2025).
SpaceX es la empresa controlada por Musk con los contratos más jugosos con el Gobierno: en abril obtuvo uno por valor de 5 mil 900 millones con la Fuerza Espacial para el lanzamiento de satélites y misiones durante los próximos cinco años y en 2021 la NASA le adjudicó otro de 2 mil 890 millones para desarrollar la nave lunar Starship HLS y realizar dos vuelos.
Musk se adelantó a la amenaza del líder republicano y anunció su decisión de desmantelar su aeronave Dragon, de la que Estados Unidos depende para transportar personal y objetos hacia la Estación Espacial Internacional (EEI).
El magnate sudafricano acusó también de «ingrato» a Trump y consideró que sin su apoyo este habría perdido las elecciones de 2024, para cuya campaña aportó unos 250 millones.
Musk ya había dicho que la aprobación del plan fiscal en la Cámara Baja «socavaba» su trabajo como líder del DOGE para reducir el despilfarro de los fondos federales y hoy aseguró que la intención de eliminar el crédito fiscal para autos eléctricos no es la razón por la que decidió dejar la Casa Blanca.
Pero de nuevo de forma pública, Trump ofreció otra versión de los hechos. «Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie más quería (¡eso que él sabía desde hacía meses que iba a hacer!) ¡y simplemente se volvió LOCO!», dijo.