RETRATOS HABLADOS
La peor crisis que puede vivir un partido político, es aquella que proviene de sus propias filas. Baste recordar que el Revolucionario Institucional empezó su largo, pero definitivo camino a la perdición, cuando el ingeniero, Cuauhtémoc Cárdenas, junto con otros connotados priístas, como Porfirio Muñoz Ledo, anunciaron su salida para conformar el Frente Democrático Nacional.
Sin embargo, eso sucedió pasadas más de siete décadas de una presidencia que parecía haber sido escriturada hasta la eternidad, al Revolucionario Institucional, no cuando apenas arriban a un segundo sexenio como primera fuerza política del país.
Porque el anuncio hecho por Tonatiuh Herrera Gutiérrrez, en el sentido de dará vida a “Izquierda Hidalguense”, dentro de propio Movimiento de Regeneración Nacional, en evidente evocación a lo hecho por Cárdenas, y casi con las mismas demandas, habla de un hecho que deberá ser tomado en cuenta y analizado a fondo por la dirigencia local, que encabeza Marco Antonio Rico Mercado.
La razón es una y fundamental: Tonatiuh Herrera no es ningún corsario de la política, como muchos que abundan y que de la noche a la mañana transformaron su amor una mañana por un partido, al amanecer del siguiente día por otro, y así hasta la eternidad.
Lejos de ello, proviene de una familia que se ha sabido manejar con absoluta dignidad y sensatez, y que desde cualquier trinchera, siempre han estado ligado a las causas de los más necesitados. Vaya pues, no un berrinche por no haber sido candidato morenista a la presidencia municipal de Pachuca, y sí en cambio una legítima preocupación por un escenario que empieza a ver no del todo democrático el clima que se respira al interior de Morena-Hidalgo.
Quien quiera ver al hijo de Arturo Herrera Cabañas y la doctora Irma Eugenia Gutiérrez Mejía, como un enemigo al morenísimo hidalguense, es porque no conoce con certeza la participación del personaje citado en las mejores causas aquí, en su entidad natal. Sin duda es el más cercano a las preocupaciones del pachuqueño por conservar su historia, su vocación de conservar una provincia-ciudad.
Es cierto, parece que en la victoria absoluta, para Morena no tendría necesidad alguna de escuchar voces disidentes a su interior. Pero no es así, y por el contrario, es el momento de poner oídos abiertos a quienes hacen señalamientos inteligentes, sin otro ánimo que animar a la búsqueda de consensos, y no de imposiciones, en la selección de sus abanderados en temporada electoral.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
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