Millones de víctimas provocadas por el antisemitismo y el holocausto del siglo XX son apenas un número en el imaginario de los lectores, a los que la mexicana Tamara Trottner ha intentando “remover” con su novela “Pronunciaré sus nombres”, en la que narra la mirada y el dolor de sus abuelos perseguidos por los nazis y rusos antes de huir a México.
“La historia con h mayúscula, no la historia que nos cuentan en las universidades, en las escuelas, en Wikipedia, me di cuenta de que está formada por estadísticas. Murieron seis millones, acá tres millones, allá 30. Y esos son números, y me di cuenta de que cada uno de esos números tiene una mirada, un nombre, un anhelo, un sueño, un dolor”, expresó Trottner en una entrevista con EFE.
La escritora confesó haber tratado de convertir la historia “grandotota” de la persecución judía y la de su familia en personal, pero sin olvidar su dimensión “universal para todos aquellos que vivieron esa primera mitad del siglo XX tan turbulenta y trágica”.
Adaptación de libro a serie
“Pronunciaré sus nombres” es la precuela de la anterior novela de Trottner: ‘Nadie nos vio partir’ (2020), que adaptará Netflix en formato serie en 2025.
Esta última cuenta la historia del secuestro de la escritora a sus cinco años por parte de su padre a modo de venganza tras una disputa entre sus dos familias.
Aunque en este caso ella no sea la protagonista directa, sus abuelos maternos no fueron solo sus personajes principales, sino los detonadores de un libro en el que narra su huida de Ucrania y Rusia hasta llegar a la comunidad judía mexicana.
“Cuando empecé a escribir ‘Pronunciaré sus nombres’ casi al mismo tiempo empezó la guerra en Ucrania. Y yo decía: otra vez Ucrania, otra vez donde mi abuelo, otra vez este mundo, otra vez estas personas teniendo que huir (…) Sin ponerles nombres, sin ponerles miradas, sin entender que son seres humanos cada uno, dejando todo lo que son para tratar de moverse a otro lugar, para tratar de sobrevivir”, comentó.
Una documentación de la memoria
Trottner revela que al reunir toda la información necesaria para la semblanza de su familia sentía “la obligación de honrar a ese pasado para honrar el futuro”.