El primer submarino de producción doméstica de Taiwán, el ‘Narwhal’, comenzará sus pruebas de aceptación en mar (SAT) en abril de 2025 y será entregado a la Armada en noviembre de ese mismo año, en medio de los esfuerzos de la isla por mejorar sus capacidades defensivas frente a China.
En una comparecencia parlamentaria, el jefe del Estado Mayor de la Armada, Chiu Chun-jung, explicó que el avance actual de las pruebas de aceptación en puerto (HAT) del sumergible es de entre un 83 y un 85 %, frente al progreso de entre un 50 y un 60 % reportado en septiembre pasado, según declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias CNA.
Las deficiencias encontradas durante esas pruebas “están siendo corregidas de manera continua y el progreso general sigue siendo normal”, aseveró Chiu, quien pronosticó que el submarino será entregado en noviembre de 2025, tal y como estaba previsto.
El desarrollo de este aparato, que arrancó la etapa final de las HAT en febrero de este año, ha estado envuelto en cierta polémica, debido a los retrasos en las pruebas y a su alto coste de producción (unos 1.530 millones de dólares por unidad).
Con todo, el Gobierno taiwanés dio luz verde a la construcción de siete nuevos submarinos basados en este modelo ‘Narwhal’: el proyecto, que se llevará a cabo entre 2025 y 2038, contará con un presupuesto de 8.746 millones de dólares, siempre y cuando sea aprobado por el Parlamento, en donde la oposición cuenta con mayoría de escaños.
La conformación de una flota submarina resulta crucial para mejorar las capacidades defensivas de Taiwán, un territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por China como una “provincia rebelde”.
Desde que el nuevo presidente taiwanés, William Lai, tomara posesión de su cargo el pasado mayo, Pekín ha incrementado su presión militar sobre la isla, cuyo Gobierno ha propuesto aumentar el presupuesto de Defensa hasta un nuevo máximo histórico de 647.000 millones de dólares taiwaneses (19.926 millones de dólares) para 2025.