La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), premiada con el Nobel de la Paz en 2017, condenó este miércoles los ejercicios con armas nucleares iniciados por Rusia en el sur del país y cerca de la frontera con Ucrania, que calificó de «profundamente irresponsables».
«Practicar el uso de armas nucleares mientras se está en guerra y cerca de la zona de conflicto es un intento descarado de utilizar su arsenal nuclear para intimidar a los oponentes», afirmó en un comunicado la directora ejecutiva de la organización, Melissa Parke.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso alegó que los ejercicios tienen por objetivo entrenar a sus unidades en el uso de armas nucleares no estratégicas como respuesta a «las declaraciones provocadoras y las amenazas de funcionarios occidentales individuales contra la Federación Rusa».
Sin embargo, según ICAN, estas maniobras son un intento de disuadir a otros países para que no apoyen a Ucrania y hacen que el conflicto sea «más probable».
Las maniobras, ordenadas a principios de mes por el presidente ruso, Vladímir Putin, contarán con la participación de la armada de Bielorrusia, donde el Kremlin desplegó varias armas nucleares el año pasado.
Ante esta situación, la directora ejecutiva del organismo pidió al Gobierno ruso que detenga esta «peligrosa escalada», así como todo uso de amenazas nucleares de cualquier tipo, en virtud del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
También pidió una condena universal de cualquier amenaza de utilizar armas nucleares.
Rusia revocó el año pasado la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), aunque mantiene en vigor la moratoria mientras Estados Unidos no realice pruebas de ese tipo.