Tulancingo de Bravo, Hgo.- Mónica Sepúlveda, madre de Vivián Daniela García, quien fue asesinada en septiembre del año pasado en una colonia de Santiago Tulantepec, estuvo presente durante la marcha y protesta en conmemoración al 8M en Tulancingo, donde pidió la intervención del gobernador de Hidalgo y de la presidenta Claudia Sheinbaum para que se revise nuevamente el caso y sea reclasificado como feminicidio.
Relató que cuando llegó a Hidalgo, una vez que le informaron sobre el asesinato de su hija, le hicieron firmar un documento donde manifestaba que la muerte de su hija era por degüello, “pero no me daban el cuerpo si no firmaba y ahí se violaron los primeros derechos, tenían que haberme mostrado el cuerpo primero y luego firmar”, declaró Mónica.
Dijo que, al revisar el cuerpo de su hija, tenía moretones en sus manos, la mandíbula, tenía el cabello arrancado de raíz en el área frontal de la cabeza y tenía una marca muy grande en el cuello.
“En la hoja decía que ellas no fueron abusadas, pero yo siento que sí fueron abusadas pero no lo pusieron ahí para encubrir todo eso, por lo que yo pido la intervención de la Presidenta de la República, la doctora Claudia Sheinbaum, en el caso del triple feminicidio y de aborto forzado en el que es víctima mi hija, pido también la intervención del gobernador, porque el gobernador solamente cuando se manifestaron en Hidalgo, que la gente me apoyó, fue cuando ellos se movieron a hacer algo mientras no había ningún detenido”.
“Ellos pensaron que yo me iba a regresar a Tijuana con mi hija y que me iba a pasar llorando en Tijuana, pero lo que ellos no sabían es que yo seguía trabajando desde allá… es más mi fuerza y mis ganas de justicia”, señaló.
Aseguró que estas personas ya tenían un antecedente de violación, en la cual, una menor de 15 años declaró en contra de ellos. “Yo pido una segunda investigación porque aquí se trata de una red de trata de blancas, no tengo pruebas pero si hacen una segunda investigación, yo pienso que van a salir más cosas”.
Respecto a las audiencias, refirió que el juez dijo que solamente se calificaba como feminicidio el caso de Lupita, por tener una relación sentimental con uno de los asesinos, y en el caso de Jocelyn y Vivián, se calificaba como homicidio doloso, lo cual significa que les darán menos años de prisión e incluso podrían salir libres con un buen comportamiento.
Agregó que, para presionar a las autoridades, le gustaría trabajar en equipo con la señora Garrido, madre de Jocelyn y Lupita, “me imagino que a ella le debe de doler más que a mí, porque yo perdí una hija pero ella perdió dos, y aparte perdió un nieto; pero yo no he recibido respuesta de la señora, yo con ella hablé una vez y la señora no me contestó el teléfono y pues lo que yo percibo es que ellos no quieren comunicación conmigo, pero yo estoy en la mejor disposición de trabajar en equipo”.
Refirió que en la última audiencia del pasado 28 de febrero, los presuntos asesinos estaban solicitando nuevamente una prórroga, la cual el juez le negó, “pero es lo mismo porque no nos dio fecha de nueva audiencia”.
Finalmente, Mónica Sapúlveda manifestó que ha recibido amenazas de muerte y actos intimidatorios como llamadas y presencia de autos sospechosos cerca de su domicilio, “al principio yo estuve durmiendo en diferentes domicilios por seguridad, me comuniqué con el Ministerio Público y me dijeron que se iban a comunicar con las autoridades de Baja California, y que si veía otra vez otro auto o algo así que llamará al 911 para que recibir atención”.
Finalmente, solicitó a las autoridades se haga una segunda investigación por parte de la Fiscalía, que se reclasifique como feminicidio y haya máxima condena para los culpables.
