CINE DE HOY
Con escasas horas de diferencia fallecieron este miércoles dos entrañables colegas y amigos del mundo cinematográfico Pepe Navar y Carlos Bonfil.
El primero fue mi compañero en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales mostrando desde entonces su amor por el rock y el cine de terror, con sesudos análisis de contenido acerca de la obra de Frank Zappa o de los dioses primigenios de Howard Phillips Lovecraft.
Recuerdo haber intercambiado un acetato de Jerry García con él, y es que previniendo el desgaste de sus vinilos, tenía dos de cada uno.
Se convirtió en representante del grupo Ritmo peligroso y fue jefe de prensa de una disquera entre otros cargos y nos lo topábamos en El Nacional cuando entregaba alguna colaboración sobre cine de horror y lucha.
A él se debe el exhaustivo libro sobre el tema Pura sangre, infaltable para los fanáticos del género.
Con Carlos coincidimos en las páginas de una revista francesa y desde entonces intercambiabamos impresiones en la Cineteca Nacional de la que era asiduo y donde presentó su libro sobre Roberto Gavaldón.
Nos extrañó su ausencia en la Muestra y le preguntamos a su buena amiga Sonia Riquer, quien nos informó sobre su precaria salud.
Se les extrañará a ambos en las páginas de La Jornada y El Universal, sus tribunas actuales, pero sobre todo en los pasillos de la Cineteca para comentar la película en turno.