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sábado, noviembre 22, 2025

Salvando el mundo un par de tenis a la vez

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Nunca me he considerado una amante de los tenis; sin embargo, no puedo negar que desde que tengo memoria al menos dos pares viven en mi armario, y ahora, más que nunca, se han convertido en un básico para cualquier ocasión, desde una caminata, hasta un concierto o una cena con amigas. Mis tenis me han acompañado en más ocasiones de las que puedo recordar y han permanecido conmigo durante esas aventuras que siempre valdrán la pena revisitar, sin embargo, no fue hasta hace un par de años que descubrí cuán importante es el poder de la información y lo invaluable que es cuestionar todo lo que consumimos. 

Todo comenzó con una simple pregunta 

¿Qué pasaría si nuestros tenis tuvieran etiquetas como las que se encuentran en nuestra comida? ¿Qué es lo que dirían? ¿Exceso de materiales sintéticos? ¿Exceso de componentes naturales? ¿Este producto no es reciclable ni biodegradable? ¿No se recomienda su uso extendido por más de un año? ¿Qué información nos darían? ¿Seguiríamos tan convencidos de usarlos o comenzaríamos a cuestionar lo que consumimos?

Actualmente tenemos muy poca información sobre el origen, manufactura y desecho de estos productos. Sin embargo, son artículos que usamos de manera cotidiana, cuyo consumo impacta negativamente en nuestro ambiente. Tan solo en el 2023, 1.2 billones de pares de tenis fueron vendidos alrededor del mundo[1] , valuando el mercado 1.5 veces más alto que el mercado de los relojes de lujo [2]. Una cifra que año con año sigue creciendo y nos hace cuestionarnos cuál es el impacto que esto podría tener en nuestro ambiente. Un estudio realizado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) encontró que la manufactura de un solo par de tenis genera aproximadamente 14kg de CO₂ [3] lo que podría traducirse como las emisiones de 66 millones de autos en un año[4]. Pero, ¿por qué estas cifras son tan altas en un producto relativamente pequeño y tan cotidiano? 

Un par de tenis está constituido por un aproximado de 65 componentes distintos y un alto número de materiales [3], entre los cuales podemos encontrar: algodón, piel, poliéster, caucho, poliuretano, nylon, PVC y EVA. Los materiales usados en la producción de tenis provienen mayoritariamente de los derivados del petróleo, haciéndolos un producto con un alto nivel de consumo de recursos para su manufactura. Por otro lado, la construcción de nuestros tenis requiere una gran cantidad de adhesivos, lo que dificulta su separación al final de su vida útil y el correcto reciclaje de sus componentes.

Tan solo en Estados Unidos, 300 millones de pares de tenis son desechados cada año[5]. Mientras que, a nivel mundial, el 95% de los tenis que son desechados terminan en vertederos debido al alto número de componentes que los constituyen y a su bajo nivel de recuperabilidad después de que han llegado al final de su vida útil. 

Si lo ponemos en perspectiva, encontraremos que, si en promedio, tenemos 10 pares de tenis, al menos 9 terminarán en vertederos sin nosotros siquiera conocer sus materiales, componentes, o la manera en que estos pudieron ser recuperados al final de su ciclo de vida.

Como consumidores, cada vez recibimos menos información sobre lo que consumimos; sin embargo, no todo está perdido. El primer paso para combatir la desinformación es la curiosidad y el aprendizaje. 

Hace 3 años empecé mi camino en el mundo científico, llena de dudas, cuestionamientos, pero sobre todo de curiosidad, curiosidad de conocer cuál es el verdadero impacto de uno de mis artículos de moda favoritos y curiosidad por descubrir esos pequeños cambios que pueden generar un gran impacto en una industria que tanto me apasiona. Muchas veces el panorama parece desfavorable, pero siempre habrá algo que podamos aprender, cuestionar y reprogramar para ser consumidores más conscientes que poco a poco comiencen a demandar mejores productos, mejores prácticas y mayor transparencia.

Así que después de compartirte un poco del escenario que hoy en día nos rodea, quiero compartir contigo mi top 8 de prácticas que me ayudan a elegir un par de tenis cuando los necesito.

  1. Solo compra lo que necesitas: suena a cliché y pareciera que todos lo sabemos, pero después de conocer la cantidad de zapatos que son desechados cada año, me cuestiono si realmente necesito el nuevo color de los samba.
  2. Elige materiales que sean fáciles de limpiar: seamos honestos, la mayoría de nosotros no nos tomamos el tiempo de limpiar nuestros tenis y muchas de las veces los desechamos porque ya es imposible sacar la suciedad de ellos. Es por eso que, uno de mis materiales favoritos es la piel, basta con un trapo húmedo y un poco de agua para sacar esas manchas de uso a las que se exponen mis tenis día con día. 
  3. Evita modelos con muchas decoraciones: es inevitable no caer en las tendencias que vemos en Instagram o TikTok, pero siendo honestos, los tenis por sí mismos ya poseen muchos componentes, ¿realmente quieres agregar más desperdicio a nuestros vertederos?
  4. Apuesta por modelos que brinden comodidad: una de las razones por las que tendemos a desechar nuestros tenis de manera tan inmediata es porque se han convertido en un artículo de moda, dejando de lado la comodidad. Es por eso que, muchas veces opto por modelos que estén diseñados para largas caminatas, pues esto significará que me brindará comodidad por mucho más tiempo, extendiendo la vida útil de los productos, reduciendo la necesidad de comprarlos más a menudo.
  5. Infórmate más sobre los materiales: lee con detenimiento las etiquetas y si estas no te proporcionan la información necesaria, visita la página web, si no estás convencido, continúa tu búsqueda y da prioridad a aquellas marcas cuya información sea más transparente. Incluso puedes buscar tus tenis por el tipo de material del que quieres que estén hechos; esto te dará más certeza de su composición y te ayudará a descubrir marcas que quizá no conocías. 
  6. Se más consciente de lo que ese material significa para el ambiente: muchas veces caemos en la trampa de elegir un material porque es “vegano” cuando en realidad es un material compuesto por al menos dos materiales más, si pensamos en la recuperabilidad de este componente, la realidad es que es prácticamente nula y terminará en los vertederos al final de su ciclo de vida.
  7. Infórmate sobre lo que están haciendo las marcas para integrar prácticas con menor impacto ambiental: hoy en día la información está a un solo clic de distancia y muchas veces pequeñas marcas se encuentran haciendo grandes cambios. Comienza googleando tenis con menor impacto ambiental y descubre que hay allá afuera, lee e infórmate y recuerda cuidarte del greenwashing. https://www.nature.com/articles/s41598-025-04186-y 
  8. No tengas miedo de experimentar: por mucho tiempo hemos sido leales a las marcas ya conocidas, pero a veces se trata de salir de esa zona de confort. Hoy en día, propuestas como tenis modulares o impresos en 3D han tenido un gran auge y, si bien no son los únicos enfoques que existen, son un buen comienzo. Aquí te dejo un modelo de tenis que está revolucionando la manera en que los conocemos. https://www.camper.com/en_GB/men/shoes/rku/camper-roku-K100953-009 

Si quieres leer un poco más sobre qué es lo que las marcas están haciendo para mitigar el impacto ambiental de los tenis, te dejo mi más reciente investigación que indaga sobre los retos que atraviesa esta industria y lo que las marcas proponen para rediseñar nuestro sistema. https://www.nature.com/articles/s41598-025-04186-y 

Tal vez deberíamos comenzar a replantearnos la idea de que lo que consumimos no solo es aquello que comemos sino todo aquello que elegimos usar. 

[1] Statista, “Sneakers – Worldwide,” 2025. Accessed: Jul. 04, 2025. [Online]. Available: https://www.statista.com/outlook/cmo/footwear/sneakers/worldwide

[2] Statista, “Luxury Watches – Worldwide.,” 2025. Accessed: Jul. 04, 2025. [Online]. Available: https://www.statista.com/outlook/cmo/luxury-goods/luxury-watches-jewelry/luxury-watches/worldwide

[3] J. Chu, “A Sneaker’s Carbon Footprint,” MIT News On Campus and Around the World, Massachusetts, May 22, 2013. Accessed: Nov. 02, 2023. [Online]. Available: https://news.mit.edu/2013/footwear-carbon-footprint-0522

[4] A. Chang, “The wildly complex anatomy of a sneaker,” 2020, TED-Ed. Accessed: Oct. 08, 2024. [Online]. Available: https://www.youtube.com/watch?v=A_YMOhpyErI

[5] T. DiNapoli, “Global Shoe Waste: The Environmental Impact of Footwear,” Unsustainable, Melbourne, Apr. 30, 2022. Accessed: Nov. 02, 2023. [Online]. Available: https://www.unsustainablemagazine.com/global-shoe-waste/

María José Munguía Romero es estudiante de doctorado en la Universidad de Queen Mary en Londres. Con una formación en Ingeniería Textil y experiencia en la industria de la moda. Ahora dedica su trabajo a entender los retos de sostenibilidad en las zapatillas deportivas y a buscar formas de reducir su impacto ambiental. Ha colaborado con pequeñas empresas, participado en proyectos sobre la huella ambiental del sector y combina lo que aprende en la academia con lo que ocurre en el día a día de la industria.

Instagram: @kickthewaste

Mail: mariajosemgrm@gmail.com

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