El Bayern Múnich cayó goleado por 3-0 ante el Feyenoord en un partido que tuvo dos protagonistas que fueron el internacional mexicano Santiago Giménez, autor de los dos primeros goles, y el meta Justin Biljow, que evitó varias posibilidades claras de gol del equipo alemán.
El partido se puede resumir diciendo que el Bayern hizo el juego, pero el Feyenoord hizo los goles.
El planteamiento del Feyenoord fue claro desde el comienzo. El plan era jugar con una defensa ordenada y replegada, copando el centro del campo para impedir la circulación de pelota del Bayern y apostar al contragolpe con balones largos.
En el primer intento por salir al contragolpe, el pase largo de Smal a Giménez, terminó en la red. Giménez se coló por entre Minjae Kim y Alphonso Davies y batió a Manuel Neuer con un fuerte remate de zurda.
Ya en el descuento llegó el segundo gol, marcado también por Giménez al convertir un penalti que se produjo en un contragolpe por falta de Raphael Guerreiro.
Poco antes del segundo gol, Biljow también evitó un gol en propia puerta al desviar a saque de esquina un cabezazo desafortunado de Stenjs.
Al comienzo de la segunda parte, el Feyenoord mostró más interés por tener la pelota, probablemente con la confianza fortalecida por los dos goles de ventaja.
Biljow volvió a ser clave para el Feyenoord al parar un remate de Kane en el minuto 54 y desviar a córner un cabezazo de Jamal Musiala en el 60. En el 68 Kane falló una buena ocasión al rematar contra la pierna de un defensa dentro del área y en el 70 Leroy Sané cabeceó contra el poste.
En el minuto 88 llegó el tercer gol del Feyenoord por intermedio de Ueda en uno de los pocos avances del equipo holandés en la segunda parte.