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Rumores

Oscar Raúl Pérez Cabrera
3 Min de Lectura
Ilustrativa

PEDAZOS DE VIDA

Esta escuela se construyó en un cementerio, por eso es muy común que espanten. Dicen que en la noche una mujer de cabellos largos se pasea por los salones, otros dicen que se escucha el llanto de un bebé. Una vez, la maestra Guille se espantó cuando le movieron algunas cosas del escritorio. 

Mira, ahí vienen tus amigos, no te espantes cuando te digan que no me pueden ver…

II

Dicen que cuando el vecino se va a trabajar, la mujer recibe a otros hombres. Que nada más espera que se vaya el marido para que lleguen los amantes, la Lore dijo que son dos diferentes, osea que con el marido tiene tres hombres. Seguro los otros saben que está casada pero el pobre tonto de su marido ni sospecha…

No, si yo siempre dije que la vecina era incapaz de hacer eso, se hacía raro que vinieran hombres a su casa, pero yo siempre dije que eso no quería decir que tuvieran algo que ver, qué pena que se haya muerto.

III

—El que sí era nahual era don Serapio, ese dicen que sí. Una vez, según el Toño, bueno ese siempre andaba borracho, pero según él, decía que una vez se encontró al nahual y que lo siguió y se metió en la casa del viejito este, por eso decía que sí. 

—Sí es cierto comadre, pero eso todos lo sabíamos. ¿No una vez le hizo el mal del ojo al Felipito? Por eso se quedó con su ojito malito.

—Pues ustedes dirán eso, pero a mí don Serapio no se me hacía mala persona, muy educado el señor y todo. 

—Ah no, eso sí, pero lo del nahualismo todos lo decían. Que de pronto ya tenía gallinas y una vez hasta un chivito que nadie supo de dónde lo sacó. —Ya dejen descansar al señor, por eso se hacen los chismes, a ver ¿tú lo viste convertido en animal? ¿O te consta que fue por su culpa lo del ojito de Felipe? No sean así… ¿Oigan, que dicen que ya regresó el Cantinas del otro lado?

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