Ha quedado claro que Claudia Sheinbaum Pardo no es lo mismo que Andrés Manuel López Obrador, ella misma ha señalado que el ex presidente con mayor aprobación por el pueblo de los últimos años se encuentra lejos de la política, en su casa en Palenque, Chiapas, mientras que ella es la presidenta.
Ayer, durante su visita a Tizayuca, previo al evento en el que se dio el banderazo para el inicio de de los trabajos preliminares a la construcción del tren México- Pachuca (que tendrá paradas en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Huitzila, Tizayuca; Téllez y la capital de nuestro estado), cientos de personas acudieron para ver de cerca a su presidenta, no fueron las multitudes que en su momento siguieron a su antecesor, sin embargo, el cariño de muchos de ellos se hizo notar, cuando a la intemperie y bajo la lluvia esperaron pacientemente que pasara el contingente de la presidenta, con la ilusión de tener una fotografía o al menos saludar a la que ha comenzado el segundo piso del proyecto de gobierno denominado “Cuarta Transformación” (4T).
Eso sí, no faltaron los acarreados que con juguito, torta y plátano acudieron para que ciertos buitres de la política pudieran presumir ante la presidenta de la nación, los muchos seguidores que tiene en su municipio, tampoco faltaron los lambiscones que se tomaron la foto sólo para comprobar que habían estado en el evento, pero que una vez que comenzó a llover se retiraron del lugar sin más.
La sombra de AMLO, estuvo presente durante las últimas calles que Sheinbaum Pardo recorrió, ahí decenas de lonas fueron colocadas en las paredes para despedir al presidente, no así para dar la bienvenida a la nueva presidenta ya que aunque en la imágenes se veía una caricatura de ambos políticos de Morena tomados de la mano y a Claudia con banda presidencial, el mensaje era claro: “Amor con amor se paga. ¡Hasta siempre presidente!”.
Claudia Sheinbaum estuvo en la comunidad de Huitzila, en Tizayuca, municipio hidalguense que estuvo a punto de ser el sitio para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, proyecto que se le fue de las manos a Omar Fayad Meneses, luego de que el entonces presidente de la república AMLO, decidiera que el proyecto se iría para Santa Lucía.
Ahí en esa comunidad, donde las tienditas de la esquina tienen que usar rejas y cámaras al estilo estado de México para evitar que algún delincuente intente someter o dañar a los comerciantes, en el municipio donde la delincuencia, los homicidios, intentos de secuestros y más se reportan cada día. Ahí estuvo la presidenta resguardada por decenas de soldados con uniforme y muchos más vestidos de civiles.
No es extraño que el equipo encargado de salvaguardar la integridad de la presidenta conozca el terreno, sepan cuáles de los grupos delincuenciales que ha detectado el gobierno federal mientras en Hidalgo se niegan son los que operan en esa región, quizá no hubo un operativo de seguridad como los que acostumbraba Enrique Peña Nieto, pero con la visita de Claudia Sheinbaum se notó que había mucha preocupación por el tema de la seguridad, mientras había también un descuido total en la logística.
Toda la seguridad se vio rebasada por momentos cuando la camioneta de la presidenta se acercó al lugar donde se realizaría el evento, la gente comenzó a arremolinarse, desde adentro la presidenta se tomaba selfies con la gente, otros aprovechaban para tomarle fotos, mientras el equipo de seguridad sudaba la gota gorda debido a que la propia gente ignoraba sus indicaciones, el objetivo de muchos (incluso con hijos en brazos) era tomarse la foto con la presidenta, ya que quizá podría ser la única oportunidad que tengan durante el sexenio para tener ese recuerdo.
A la par, la presidenta iba escoltada con una consigna que gritaban los vecinos de Temascalapa, algunos de los cuales ya habían agarrado fuerza con una torta, un juguito y un plátano tras más de tres horas de espera, todos ellos pedían “una estación del tren” en su demarcación, misma a la que se comprometió la presidenta de México al hacer uso de la voz en el evento oficial, “de una vez me comprometo, habrá una estación de tren en Temascalapa”, dijo.
Mientras la lluvia espantó a algunos que desertaron de la posibilidad de ver a la presidenta. Otros al igual que las presidentas municipales de Apan, Zorayda Robles Barrera y Marisol Prieto Avendaño de Tecozautla tuvieron que caminar bajo la lluvia alrededor de dos kilómetros para que al final les dijeran “una disculpita, pero la entrada no es por aquí, es por allá, así que regresen”. A la par, funcionarios de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Hidalgo (Saderh) como Arturo Aparicio Barrios, se resguardaba bajo una sombrilla que sostenía alguien más.
Dentro, bajo la carpa instalada para el evento, en primera fila como era de esperarse, toda la clase política, encabezada por diputados federales, senadores, diputados locales y presidentes municipales. Atrás otros servidores públicos, más atrás el pueblo y hasta el fondo el pueblo que es primero, eso sí, si se ve de la entrada hacía el templete.
Aún con todas las situaciones antes descritas, y con la pésima logística, Claudia Sheinbaum dejó en claro que Hidalgo está en su mira, que vienen proyectos para la entidad que aunque fue visitada diversas ocasiones por AMLO, no tuvo un proyecto trascendental como los que ahora se proyectan con el nuevo gobierno que se ha comprometido a construir el segundo piso de la 4T, segundo piso en el que de entrada se contempla el tren que se anunció, la carretera que irá hacia la huasteca y que de Huejutla llegará hasta Tamazunchale y Tampico Tamaulipas, así como la descontaminación de la región de Tula.
Los aplausos de la gente se repitieron en cada anuncio hecho, ya que además de las obras anunciadas, Claudia Sheinbaum aprovechó para informar la puesta en marcha de los programas de becas para estudiantes de secundaria, las mujeres de más de 60 años de edad, y el presupuesto para los pueblos indígenas y su autodeterminación, recién aprobada y reconocida en la constitución, para cerrar con broche de oro con el ejercicio de “encuesta popular” realizado en el evento, en el que nadie votó por que los jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación (PJF) sean electos por los senadores, en tanto todas las manos se alzaron para asintir que estos deben ser electos por el pueblo.
Así como la presidenta recogió el cariño de la gente y la lambisconería de algunos funcionarios que no dejaron de aplaudir, también se llevó diversos archivos que la gente le entregó en su manos, sobre problemas de diversa índole que no se han podido resolver o bien porque desconfían de sus autoridades locales; así mismo, entre las lonas que manifestaban el apoyo y reconocimiento a su gobierno y persona, había algunas más pidiendo justicia y un “alto al hostigamiento escolar” en la Secundaria General Número Nueve, lonas que mostraban el rostro de Yahir, el joven que padeció bullying en Pachuca y que falleció por dicha causa.
Tras los anuncios realizados, a Hidalgo se le inyectó una nueva dosis de esperanza, al ser mirado entre los primeros estados en los que la presidenta acude en visita de trabajo, un estado que por décadas fue olvidado por los gobiernos federales, el mismo al que le prometían refinerías y le dejaban sólo las bardas, le pedían un terreno para un aeropuerto y tras obtenerlo le decían que no, un estado que necesita de proyectos como los anunciados y que ahora estará atento, por su gente, de lo que haga en la entidad el gobierno federal que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.