EL PEQUEÑO TIMMY
No hay nada mejor que hable de una administración pública que los resultados, sin embargo, también es importante saber dónde y de qué forma estos resultados impactan y permean en la sociedad, por poner un ejemplo, la reciente remodelación del Parque Cultural Hidalguense, ofrece, sin duda una alternativa a la convivencia social, sin embargo, la ubicación hace que la accesibilidad no sea para todos.
Es decir, el pueblo, aquellos que merecen tener un parque lindo y atracciones diferentes más allá de acudir a un centro comercial en el que además deben gastar dinero no tiene las posibilidades de acudir a un parque para disfrutar de sus atracciones, que también, no son muchas.
Para una familia que vive en los barrios altos o en alguna colonia popular de Pachuca, ir al Parque Cultural Hidalguense, implica además de tiempo, un gasto en pasajes así como algunos más que se puedan generar como la comida, o alguna otra cosa, dinero que bien pueden utilizar para ir a un parque como el Pasteur o el Hidalgo, incluso la Plaza Independencia, dónde hay más alternativas de comida y no hay una derrama por el tema del transporte, sin embargo, este tipo de parques, distan mucho del remodelado en la Zona Plateada de Pachuca.
En las estadísticas, el parque va a figurar como un gran logro de la administración estatal, como uno más de los resultados obtenidos en el último año, sin embargo, para cientos de familias, este espacio no representa nada, hay quienes ni siquiera han tenido oportunidad de conocerlo. El problema no radica en esto, sino en que el slogan del gobierno actual es “primero el pueblo”, ahí es dónde la situación se complica, porque entonces comenzamos a preguntarnos: ¿a quién o a quienes se refieren cuando ocupan la palabra pueblo?
Por poner otro ejemplo, mientras un puñado de funcionarios públicos se iban a gorronear los tacos de barbacoa gratis en la feria de la barbacoa en Actopan, ¿cuántas personas en Hidalgo están en posibilidad de comprar un kilo de barbacoa para sus familias? Seguramente la feria de la barbacoa estará dentro de las estadísticas de logros y resultados, pero en el fondo no hay un tema que beneficie al pueblo, ese sector de la población que aún se encuentra en pobreza extrema o incluso moderada, no puede comprarse a veces ni siquiera un solo taco del platillo que “pone en alto el nombre de Hidalgo” pero que también evidencia la desigualdad social. Al final, la barbacoa como el parque no son para todo el pueblo, sí ese que según debería ser “primero”.
Con el gobierno de Morena, el primero en alternar en Hidalgo, la gente sólo tuvo esperanza en una sola cosa “el cambio”, u no pero ese cambio es imposible cuando en la administración metes a gente que siempre estuvo en gobiernos anteriores, porque al final es gente que seguirá haciendo las cosas como aprendió a hacerlas, lo malo es que la gente se da cuenta de que a pesar del cambio, no hay resultados concretos, contundentes, resultados que permitan al “pueblo” que de verdad es pueblo, decir que el cambio llegó a Hidalgo, como lo dijo el Freestyler Mauricio Hernández González, mejor conocido como “ACzino”, la única diferencia entre la izquierda y la derecha es la mano con la que le roban al pueblo.
Así que podrán informar mil y un logros, podrán inflar estadísticas a lo vil, podrán decir que este gobierno ha sido de “resultados” pero al final, el pueblo y la historia, como lo dijo en su momento Andrés Manuel López Obrador, juzgarán a los que fueron gobierno, y es horrible y decepcionante que dentro de un sector de la población permanezca la idea de que Omar Fayad Meneses fue más morenista que el gobierno actual, son tiempos difíciles, no hay un equipo consolidado y aún así, dicen que tienen excelentes resultados. Cuando la obra pública se rifa mediante likes en redes sociales como lo hizo el secretario Tello, no hay nada más que decir, bienvenidos al gobierno del cambio, cambio de ocurrencias, de patrones, de juniors que se creen emanados de la izquierda pero que cobran con la derecha, un gobierno de cambio, sí, de cambio de ricos para desgracia siempre del pueblo, ese que debería ser primero.