Medio centenar de personas se concentraron este jueves frente a la sede del Congreso de Argentina convocados por el principal gremio docente del país, que lleva adelante su tercera huelga nacional en lo que va de 2024 en busca de mejoras en sus condiciones salariales.
Los principales dirigentes de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) participaron en el acto en Buenos Aires junto a parlamentarios opositores al Gobierno que preside el ultraliberal Javier Milei.
De forma paralela al acto, las comisiones de Educación, Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados del país suramericano debaten la financiación del sector educativo y la extensión de vigencia de los fondos nacionales de incentivo docente (Fonid), dos de los reclamos principales de los manifestantes.
«¿Qué más esperan que hagamos? (…) Queremos estar en la escuela, amamos nuestro trabajo y queremos estar laburando (trabajando), pero tenemos que decirles que en nuestras escuelas los pibes y las pibas (niños y niñas) tienen hambre», recalcó la secretaria general de la CTERA, Sonia Alesso.
La gremialista docente aprovechó la movilización para recordar la Marcha Blanca de 1988, una masiva manifestación de maestros que tuvo lugar en Argentina hace 36 años.
Entonces, las movilizaciones de los docentes, cuyas reivindicaciones no eran tan disímiles a las que reclama hoy la CTERA, se extendieron durante 43 días.
En particular, Alesso citó entre las demandas de los docentes la convocatoria de paritarias nacionales en todas las regiones del país y un aumento de la financiación destinada a escuelas y universidades.
«En once provincias se ganan entre 250.000 y 350.000 pesos argentinos (281 y 336 dólares) mensuales. No podemos vivir con salarios de hambre», dijo la secretaria general de la CTERA.
En las escuelas y las universidades públicas, los sindicatos reportaron seguimiento del paro nacional en centros de educación primaria, secundaria y técnica; en institutos de educación superior y en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la más importante de Argentina.
En los centros privados, la situación está siendo diferente, ya que el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) se sumó a la convocatoria del paro, pero su adhesión no es representativa y la mayoría de los colegios han continuado con su agenda lectiva programada.
Por su parte, el exsecretario general de la CTERA y actual diputado del frente peronista Unión por la Patria, Hugo Yasky, que también intervino en el acto en la Plaza de los dos Congresos, calificó a los docentes de motivo de «orgullo» para Argentina y ratificó el apoyo de los legisladores de su fuerza política.
Yasky dijo que las comisiones de la Cámara baja podrían lograr este jueves un acuerdo por la financiación de la universidad y el martes próximo, 28 de mayo, otro para los Fonid.
La inflación en Argentina alcanzó el 289,4 % anual en abril pasado y los salarios han quedado detrás de la marcha de los precios.
Los paros y movilizaciones de distintos gremios y sectores han sido una constante desde que el presidente argentino tomó posesión de su cargo el 10 de diciembre de 2023, que treparon a dos paros generales, los pasados 24 de enero y 9 de mayo.