EL PEQUEÑO TIMMY
Es una pena el actuar de los legisladores hidalguenses, es una pena que desde hace hace varias legislaturas, pocos, pero muy pocos perfiles, se salvan de la hoguera en la que se ha convertido la historia que hoy los juzga, es una pena que se tengan que “inventar” mecanismos para hacer que la ley se cumpla, para garantizar la participación política ciudadana y lo peor, para que estén “representados” todos los sectores de la población en el Congreso Local.
Y es una lástima, porque cada acción afirmativa que se propone en el Poder Legislativo refleja no un “acto de democracia” sino que el sistema actual no sirve y no porque las leyes no estén escritas más bien por todas las triquiñuelas y marrullerías que los mismos políticos crearon para mantenerse en el poder y utilizar todo lo que está a su alcance para tratar de crear capital político y mantener su posición en el tablero estatal.
Ahora resulta que, para que una persona de la tercera edad tenga voz en el Congreso Local, debe haber perfiles de la tercera edad; así mismo los jóvenes; así mismo mujeres; así mismo: maestros, campesinos, personas de la diversidad sexual, indígenas, discapacitados y demás grupos, lo que refleja que el Congreso de Hidalgo no puede trabajar en la creación de leyes y en garantizar que estas se respeten si una curul no está ocupada por alguno de los miembros de los sectores que conforman la sociedad.
Claro que es tiempo de las mujeres, pero legislar al respecto solo muestra que si no existe una ley ninguno de los partidos políticos tiene verdadero interés en que los perfiles que se disputen la próxima gubernatura sean exclusivamente mujeres, también este tipo de actos va en contra de la dignidad de los perfiles femeninos que podrían competir por la gubernatura, es una forma de decir “si no postulamos solo mujeres, no hay forma de que gobierne una mujer”, y eso desde un punto de vista quizá muy ortodoxo le resta mérito y reconocimiento al papel fundamental que la mujer ha jugado en la vida política de Hidalgo, mientras que los partidos políticos se ven como institutos que no pueden postular a una mujer sin una ley de por medio.
Por otra parte, la inconstitucionalidad podría echar a perder todo, ya que la Carta Magna de México establece el derecho legítimo que tienen hombres y mujeres a votar y ser votados, con la reforma que proponen y que ya están “analizando” queda en evidencia que no es tan fácil como pensaban, lo anterior genera la reflexión a futuro, ¿será necesario postular un perfil de la diversidad sexual para garantizar que una persona de la comunidad gobierne en Hidalgo? ¿O tendrá que haber una elección de puros maestros, campesinos, indígenas, o personas con discapacidad para garantizar que uno de estos perfiles gane la elección? Marrulleros, así son estos políticos no hay otra palabra que les quede mejor hoy.
Es tiempo de las mujeres, ya lo ha dicho la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, pero también ha demostrado la forma en que hay que llegar. El perfil de una mujer o un hombre debe llegar al poder por la capacidad que tengan, por los conocimientos que posean y por lo resultados que ofrezcan a la población, todo el teatro que se ha armado da pena, y da más pena que una mujer haga este tipo de propuestas como si la política tuviera que rebajarse para que un perfil femenino llegue al poder, y que al rato los hombres digan “fue porque les dimos chance”, quizá el problema real en Hidalgo radica en que no quieren ver que hay perfiles que puedan competir en la contienda. Y que Hidalgo termine como Tulancingo, con una mujer impuesta al frente pero sin experiencia, sin oficio político y sin la menor idea de lo que es gobernar.
Sin duda, querido lector, este año fue de corajes, incongruencias y señalamientos hacia los buitres de política, nos leemos en 2026.


