El paleontólogo peruano Mario Urbina explicó que el fósil tiene entre nueve y doce millones de años. Fue hallado en el desierto costero de Ica por personal del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) y del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Se trata de un ejemplar de ‘Lomacetus sp.’, considerado el ancestro de la marsopa marina (Familia Phocoenidae), también conocida en Perú como «chancho marino».
Urbina lamentó que cientos de fósiles en el desierto de Ica se estén destruyendo por su fragilidad o por ya haber sido estudiados, por lo que propuso darles una «función social». Planteó la idea de integrar a los colegios en la protección de este material, dándoles la custodia de los fósiles como incentivo para estudios escolares en conjunto con el Ingemmet o el Museo de Historia Natural.
El investigador señaló que en Ica «hay ballenas para llenar todos los museos del mundo», pero no hay quien pague por su extracción. Sugirió que los estudiantes podrían ser el mecanismo para rescatar fósiles ya limpios por la erosión.
Urbina afirmó que este plan piloto, que ya trabaja con un colegio de Lima, busca una simbiosis entre educación e institución, donde los fósiles sirven como incentivo. «Salvo al fósil, muevo la mente de un estudiante y hago que el Ingemmet cumpla su función», concluyó el científico.