CINE DE HOY
A últimas fechas han proliferado cintas sobre Drácula, el célebre vampiro, como el Nosferatu de Robert Eggers, o Drácula: mar de sangre de Andre Overdal entre otras adaptaciones de la célebre novela de Bram Stoker, por lo que teníamos curiosidad por ver el tratamiento que daría Luc Besson al tema, para ver si aportaba algo nuevo..
Curiosamente el controvertido realizador parisino de Nikita y Lucy ha decidido tratar el tema como una historia de amor.
El príncipe Vladimir (Caleb Landry Jones) pierde a su esposa Elisabeta (Zoe Bleu) por lo que reniega de Dios y durante 400 años se dedica a buscar su reencarnación.
Al fin la reencuentra y trata de revivir su apasionado romance pese a los esfuerzos de un sacerdote (Christoph Waltz) y su prometido Jonathan Harker (Ewen Abid) por impedirlo.
El inicio de la cinta recuerda el periódo histórico del parisino con Juana de Arco, aunque luego rinde homenaje al Drácula de Francis Ford Coppola, interpretado por William Hurt.
El intérprete texano de Harvest y Dogman da una inquietante presencia al vampiro enamorado, aunque no logra convencer de su pasión desenfrenada y las guapas intérpretes hacen recordar a Las novias de Drácula de Terence Fisher.
Drácula de Luc Besson aporta pocas novedades al mito, pero seguramente será del agrado de los amantes del género.