RETRATOS HABLADOS
De manera casi subrepticia, se ha instalado una tendencia en Hidalgo: la descalificación de quien no asuma que ser de izquierda, verdaderamente de izquierda, es asumir actitudes radicales, nada de medias tintas, o todo o nada, y, además, que todos, absolutamente todos los que no comulguen con estos principios, sea condenado al infierno de los Iscariote.
Basta con hacer un pequeño repaso de estos personajes, para descubrir una trayectoria pobre, pero, eso sí, plena de soberbia, al grado de auto elogiarse como únicos y verdaderos luchadores sociales casi los nuevos “Che Guevara” de estos tiempos.
Exigen, condenan, descalifican, porque se han investido con una calidad moral superior a la de todos, cuando en su vida han hecho maldita cosa por el bien de sus semejantes. Son buenos, excelentes vividores de la fama que otros sí lograron con su esfuerzo.
En fin.
Lo cierto es que gustan de la buena vida, y hacen poco para ganársela en términos reales, y por eso pelean perrunamente para ganar un cargo, una notaría, ahora un cargo en el Poder Judicial, donde sin duda beneficiarán con su docto conocimiento al pueblo que aman.
Son personajes raros, complicados de entender, pero que, hoy por hoy, guían linchamientos contra los que se han alejado de los verdaderos principios de la izquierda, la que, por supuesto ellos han decidido configurar a su entero gusto, porque quien en su vida ha hecho algo concreto por sus semejantes, es proclive a intentarse realidades.
En fin.
Vaya pues que ni siquiera los del Grupo Universidad y su franquicia del P.T., pueden ser considerados como estos sujetos, faros de sabiduría, arcas de la alianza, torres de marfil, rosas místicas, casas de oro, refugio de los pecadores.
Pero hoy por hoy, ya son, según ellos, el ejemplo a seguir por los que, de veras, pero de veras de veritas, son encarnación de la izquierda histórica del estado de Hidalgo.
Mil gracias, hasta mañana.
Correo: jeperalta@plazajuarez.mx
X: @JavierEPeralta